Hornazo, cánticos y mucho fútbol

El buen ambiente estaba garantizado desde el principio, la buena relación entre las dos aficiones generó una previa en la que ni el hornazo, ni los cánticos se dejaron a un lado y donde la lluvia tuvo más protagonismo del que se hubiera querido.

La plaza de  San Julián comenzó a llenarse según iba pasando la mañana, banderas, bufandas, tanto de unos como de los otros, y mucha comida y bebida. El hermanamiento era total, cerveza, el famoso hornazo, que no es la empanada berciana, pero que se dejó comer y bastante bien además y bercianos que poco a poco iban llegando. Todo iba bien hasta que la lluvia empezó a hacer de las suyas y con ella, la afición de la Deportiva se entonó y comenzó con los cánticos, quizás la mejor parte de la previa.

Al mal tiempo, bueno fue el ambiente. «Ale Deportiva ale, ale», «enamorado de la Ponfe» o el «Unión solo hubo una», fueron algunas de las voces que escuchó Salamanca. La lluvia iba desapareciendo y el ambiente iba creciendo, incluso comenzaron las primeras bengalas, sin altercados pero con algún recado que otro de la policía municipal pidiendo identificar a alguno. Todo hasta que llegaron las 14 horas y tocó hacer el camino al Reina Sofía, sin lluvia ya por fin. No eran los 400 aficionados los que hicieron el corteo al estadio, pero un gran grupo de aficionados hicieron el camino a un bar en los alrededores del estadio salmantino. 

La lluvia tuvo más protagonismo del que se esperaba, aún así no se dejaron de lado los cánticos

Allí se coció la verdadera previa del encuentro, ahora sí, los cánticos sonaron más fuerte que nunca, incluso hubo algún recado que otro al máximo rival, el famoso «puta León, puta Cultural». Eso sí, ya el hornazo pasó a un segundo plano. Tomaron más protagonismo las voces cortadas, gente incluso sin ella ya, en parte por la noche salmantina y otra por el gran día de cánticos y con una ganas tremendas de que el colegiado pitase el inicio del partido.

Los nervios comenzaron a llegar y más los comentarios típicos de «todo lo arreglará Lancho» y desde ahí comenzaban los cánticos con el central de la Deportiva, «Javi Lancho, teniente». Otros se inclinaban más por la parte negativa, «nos va a clavar una De La Nava y ya verás que risa luego», a este chico habría que darle una bola de cristal, terminó acertando, para mal claramente, o algunos como «hay que ganar hoy, es muy importante, la Cultural empató», dejando muy claro de la importancia del partido. La lluvia quería ser la protagonistas del día y lo terminó consiguiendo, pero a la afición de la Deportiva no le importó, de hecho, bailó y cantó bajo el diluvio y las bromas no se dejaron a un lado. He de decir que llegué a odiar la lluvia, cargaba con la mochila y el ordenador dentro y lo único que no quería es que se me estropease todo, pero aguantó perfectamente.

Hubo momentos para todo, desde el "Javi Lancho, teniente" al visionario que adelantó el gol de De La Nava "lo hará y te reirás"

La fiesta siguió, incluso se unieron aficionados de Unionistas, hasta que llegaron las 16 horas, esas malditas 16 horas. Todos los aficionados arrancaron para el estadio, estaba  4 minutos andando, y con la lluvia apretando más que nunca. Una vez dentro se animó al equipo como nunca, cánticos, bailes y hasta celebración de goles. Pero antes de ir con el partido en sí, las dos aficiones dejaron de nuevo esa gran estampa a los 23 minutos recordando a la extinta Unión Deportiva Salamanca con las bufandas y las banderas arriba y con todo el Reina Sofía aplaudiendo.

¿Del partido? Mucho nervio, celebración del gol de Borja Valle y lástima por no poder sumar los tres puntos y acercarse a la Cultural, por lo demás, si no hubiera sido por la lluvia, todo se hubiera animado mucho más.  Eso sí, destacar el frío que terminó haciendo en el Reina, la lluvia meona que es casi peor que la normal y todo ello con unos dedos congelados para intentar avanzar algo de la crónica del partido.

Hornazo, cerveza y refrescos fueron el sustento de los aficionados de la Deportiva al ritmo de "Enamorados de la Ponfe"

Los partidos en Salamanca son especiales por el gran ambiente de las aficiones y más si se hace entre dos clubes muy parecidos en humildad, de hecho como anécdota, la sala de prensa de Unionistas es el despacho de Dani Llácer, donde se podía ver las tácticas, planes de partido y entrenamientos. Lo peor quizás fue el punto tras haberse puesto por delante, pero el día, a pesar de la lluvia mereció la pena.