El espejismo de la exhibición ofensiva frente al Athletic B dejó paso a la realidad de la Cultural esta temporada. Que es un equipo muy peligroso a balón parado, que tiene mordiente arriba y es capaz de generar ocasiones cuando es dominadora... pero que tiene una alarmante fragilidad defensiva que hace que con muy poco los rivales le generen peligro y lleva una media alarmantemente alta de ‘regalos’ que cuestan goles y se pagan muy caros en una categoría con partidos tan cerrados e igualados como es la Primera RFEF.Ese guion, aplicable prácticamente a cualquiera de sus partidos de liga, se repitió este domingo en Villaviciosa, donde los leoneses cayeron 3-2 frente al Dux Internacional en un partido en el que tras adelantarse muy pronto vieron cómo la escuadra madrileña le daba la vuelta tras aprovechar dos errores de Empis y, cuando las tablas que había puesto Buenacasa parecían definitivas, Álvaro Martín se inventaba de la nada un ‘golazo’ tremendo que daba el triunfo a la escuadra local en el minuto 93.
Un ‘mazazo’ ya inesperado que completaba una mañana llena de desgracias para la Cultural, las cuales habían empezado vía lesiones ya en la primera parte. Con Castañeda y Gaztañaga, a los que se echa mucho de menos, aún KO, a los 10 minutos caía Rovirola y a la media hora Aarón, que había marcado y estaba siendo con diferencia el mejor, y al que todavía dejaron 15 minutos en el campo pese a que con su cojera no podía ya ni siquiera correr.
Rovirola y Aarón, lesionados en la primera parte. El leonés estaba siendo el mejor e hizo el 0-1 en una jugada ensayadaUn mal presagio que acabó siendo el preludio de ese final en el que, cuando el descuento ya expiraba, Álvaro Martín recibía centrado a unos metros de la frontal del área, se giraba y sacaba un tremendo ‘zapatazo’ que se colaba pegado al palo de la portería de Edu Frías, el cual sustituyó a Sotres y si bien no se le puede achacar nada en ninguno de los tres tantos, tampoco realizó ninguna intervención de mérito.
Era el 3-2 que acababa por sepultar a una Cultural que fue una hasta ponerse por delante en el marcador y otra a partir de ahí. Porque hasta el 1-0 los leoneses fueron tremendamente superiores: dominando, pisando área, metiendo en ella al rival y generando faltas cerca de la portería y saques de esquina, que es la receta a seguir en un campo de hierba artificial como el Municipal de Villaviciosa donde controlar el balón se convierte casi en misión imposible.
Y en uno de esos córners que con Ramón se están convirtiendo en arma letal, llegó el 1-0. Fue en una acción ensayada en la que todos los rematadores arrastraron a los defensores pero el balón fue raso hacia atrás, a la frontal, donde Aarón llegó para conectar un disparo raso y seco que se colaba entre una maraña de piernas que no dejaba ver al meta y acababa en el fondo de la red.
Mancebo aprovechó el error de Empis en la marca y del línea al no pitra fuera de juego, y en la primera llegada local igualó Sin embargo, a raíz de ponerse por delante, la cosa cambió. Al igual que en Salamanca donde te acabaron empatando o que con el Athletic B cuando a punto estuvo de repetirse la historia en el minuto 95, tras ponerse con el marcador a favor el equipo leonés pasó de ser claro dominador a ceder terreno, echarse atrás y olvidarse del área rival, pues tampoco fue capaz de generar peligro al contraataque.
Y eso, más aún cuando dejas tantas dudas defensivas como este equipo, es comprar muchas papeletas para llevarte un disgusto. Así sería. Porque en el minuto 39, en la primera llegada con peligro del Internacional, Rubén Ramos centraba desde la izquierda, un Empis horroroso atrás fallaba en la marca y dejaba solo a Mancebo y el ex de la Cultural, en posición de fuera de juego que no veía el línea, remataba absolutamente solo dentro del área y ponía el empate en el marcador.
Tras una pérdida de Solís centró desde línea de fondo Mancebo y Empis se metió en propia un despeje cómodo Mucho tiempo durarían esas tablas, porque la segunda parte transcurría entre pelotazos, sin llegadas ni dominador claro. Hasta que a poco más de un cuarto de hora para el final llegó el gol de circo que la Cultural ofrece en bandeja a su rival en cada encuentro esta campaña. Perdió el balón en su propio campo al sacarlo desde atrás un Solís que sigue a años luz del jugador diferencial que se espera que sea, buscó el Internacional tras una buena triangulación la espalda de la defensa encontrando a Mancebo y este ponía desde línea de fondo un centro atrás que en el segundo palo Empis, con el atacante más cercano a dos metros y en situación de hacer un despeje teóricamente cómodo, remataba al fondo de su propia portería colocando el 2-1 en el marcador.
Parecía el fin de una Cultural castigada por su mala segunda mitad. Pero apareció Buenacasa. El delantero, que en su debut ante el Athletic dio una asistencia nada más salir al campo, resolvía esta vez con maestría de cara a puerta para devolver las tablas al marcador.
Buenacasa hizo el 2-2 de vaselina y dejó solo a Vitoria, que solo dentro del área dio al aire, en el 90’ Ya en una acción anterior había buscado una vaselina sin éxito y a la segunda repetía idea con mayor fortuna. Porque tras un balón largo de Moreno, se anticipaba al defensor y meta rival y ante su salida le superaba por arriba, poniendo el 2-2 y dando inicio a unos últimos cinco minutos de locura.
Primero tuvo dos llegadas peligrosas el Inter, pero un disparo se fue fuera y otro pegó en un defensa. Y después dos para el 2-3 la Cultural, pero en una Vitoria desaprovechaba una gran asistencia de Buenacasa y daba al aire en su intento de remate libre de marca dentro del área, y en otra Yelco hacía una buena parada al disparo potente pero sin ángulo del omnipresente Buenacasa. Y entonces, cuando todo parecía acabado, llegó el 3-2. Y de una ilusionante remontada se pasó en cuestión de minutos a un doloroso mazazo.