Iván González, de la grada a pieza clave

La inclusión del central junto a David García ha coincidido con el mejor momento de la temporada de la Cultural tras haber pasado el madrileño meses incluso en la grada

Jorge Alonso
10/05/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Iván González celebra el empate ante el Alcorcón al retirarse del terreno de juego. | LOF
Iván González celebra el empate ante el Alcorcón al retirarse del terreno de juego. | LOF
La temporada de Iván González pasa estos días, al igual que la de la Cultural, por sus mejores días. El central madrileño, reconvertido precisamente a esa posición la temporada pasada erigiéndose en pieza clave del ascenso, comenzó siendo titular en el fastuoso inicio de año del equipo leonés y progresivamente fue perdiendo protagonismo. Volvió a tener continuidad en los últimos partidos de 2017 y los primeros de 2018 coincidiendo con la baja de Albizua, pero tras las derrotas ante Huesca y Rayo Vallecano volvió a desaparecer durante más de un mes volviendo para la victoria en Barcelona que cambió el rumbo para la Cultural.

«Este año me está sirviendo para mucho. Nunca viví la situación de no jugar y afrontar estas situaciones me ha servido para demostrarme que puedo estar en esta categoría y también hacerlo con la gente que confió en mí», aseguraba González este jueves en rueda de prensa. Una comparecencia que tenía lugar precisamente tras recibir el premio que otorga Mahou con los votos de los aficionados en lo que afirmaba «es un premio al trabajo colectivo, porque el equipo ha sacado la mejor puntuación desde el inicio en este último mes y también es raro que den un premio así a un defensa, que también significa que se la ensalza cuando fue criticada».

Nunca había estado sin jugar y afrontarlo me ha servido para demostrar que puedo estar enSegundaEl madrileño reconocía que la continuidad «también la dan los resultados» agradeciendo la confianza de Rubén de la Barrera en la pareja que forma David García «con el que estoy cómodo, pero también depende del trabajo del resto» alabando al técnico y a sus compañeros por una situación como la que él mismo vivió de pasar directamente de la grada a ser titular «ya que supone que el entrenador mantenga enchufados a los jugadores y que éstos están preparados para rendir siempre».

En lo personal, también reconocía un cambio de actitud que se ha reflejado en recibir muchas menos amonestaciones de las que solía ver asegurando que «madurar y crecer te permite ver las cosas de otra manera y aunque soy un jugador impetuoso al que le gusta ir al suelo, te das cuenta de que los pequeños errores se pagan y tienes que estar concentrado los 95 minutos porque con 85 no vale, que si ayudas al árbitro él también te ayudará si tiene dudas y que tener una tarjeta pronto no es lo más adecuado.

Así mismo, reconocía el punto de inflexión que supuso para el equipo la victoria en el Mini Estadi «porque todos nos dimos cuenta de que también podíamos hacer el otro fútbol y estar sin el balón, luego llegó la primera parte contra el Tenerife y a partir de ahí 11 de 15 puntos que a estas alturas no es nada fácil».

Sin embargo, quiso huir igualmente el zaguero de cualquier confianza porque «aunque es lógico que haya optimismo por saber de dónde venimos, hay que recordar que el Lugo nos pasó por encima en la ida y que aunque tienen pocas opciones de meterse en ‘playoff’ van a venir a hacer un buen partido». Es por eso que para uno de los capitanes de la plantilla «tenemos que salir a jugar una final y demostrarles que somos los que nos jugamos algo de verdad».

Así, utilizó la metáfora de que el «paciente estaba en la UVI y salió, pero ahora hay que salir del hospital», afirmando que «como depende de nosotros da igual contra quien juguemos y controlar solo lo que nos afecta» recordando que «a nosotros nos daban por muertos, al Córdoba también y nunca sabes donde se van a ganar los partidos. A priori los rivales tienen calendarios difíciles, pero nosotros solo pensamos en ir partido a partido porque lo tenemos en nuestra mano».
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