Cuando en 2020 Mario López dejó el Ademar, se apostó por subir al primer equipo a un Antonio Martínez que tenía sólo 18 años y dar mayor protagonismo a Gonzalo Pérez. Dos añós después, el Wisla Plock pagaba la cláusula de este tras llegar a ser elegido mejor extremo derecho de Asobal y se le daban las llaves de ese puesto a Antonio, que superaba todas las expectativas y se convertía en el segundo máximo goleador de la liga antes de dejar también dinero en las arcas tras ser traspasado al Oporto. Y cuando eso sucedía, llegaba en 2023 un jovencísimo Carlos Álvarez tras descender con el Cisne, y rompía moldes hasta ser nombrado mejor jugador de la liga la pasada temporada y llegar a la selección, llamando la atención de un Sporting de Lisboa que se lo llevará previo paso por caja el año que viene.
En el Ademar siempre han mirado a la cantera y hecho apuestas arriesgadas por jóvenes que aún no han explotado para ese puesto y el siguiente en la lista de extremos zurdos que hay en esa 'fábrica' que en ese puesto es el Ademar es Javier Alonso Presa, que con sólo 17 años debutó el pasado viernes en el amistoso que los leoneses jugaron en Guadalajara, llegando a marcar dos goles en los alrededor de 12 minutos que estuvo en pista.
Javier Alonso, que tras participar en varios tramos de la pretemporada ha sido uno más de la primera plantilla estas navidades ante la llamada de Carlos Álvarez con la selección española que dejaba en ese extremo un hueco como el que habrá a largo plazo para el equipo del año que viene, mide 1,89 y tiene una gran envergadura, y además de con el juvenil está ya participando con la ULE en el filial de Primera Nacional, con 17 goles en los 14 partidos que ha disputado.
"Me hizo mucha ilusión debutar, Dani Gordo me dijo que no tuviera nervios y eso intenté"
Pero con el primer equipo fue su estreno, explicando que «me hizo mucha ilusión debutar, Dani Gordo me dijo que no tuviera nervios y eso intenté», y quedándole marcado pese a ser un amistoso los dos goles marcados: «El primero fue a pase de Rodrigo y se la metí entre las piernas, y el segundo me la da Marwan y hago un buen lanzamiento».
Un premio al trabajo realizado estas fechas invernales con el primer equipo, en el que la gran diferencia con su día a día es "sobre todo la intensidad y la calidad de los jugadores que hay aquí", para un jugador que empezó ya tarde a jugar a balonmano, "con 11 o 12 años", puesto que antes "jugaba a baloncesto", pero que se enganchó rápido a este deporte y tras empezar en La Palomera pasó ya muy rápido en 1º de la ESO a la cantera de ese Ademar al que "de pequeño siempre venía a ver a la grada y me gustaba luego bajar a hacerme fotos con los jugadores".
Empezó tarde con el balonmano, "con 11 o 12 años", pues "jugaba a baloncesto. Siempre fui extremo, probé de lateral pero no funcionó"
Sueña con ser un día uno de esos protagonistas, algo que "tengo como objetivo y de verdad creo que puedo conseguir", señalando que el año que viene tras la marcha de Carlos "igual me llega demasiado pronto, aunque desde luego no me quejaría si me llega la oportunidad" y aclarando que "siempre he sido extremo, llegué a probar de lateral pero no ha funcionado".
¿Sobre sus puntos fuertes? Los ve "en la finalización, creo que salto bastante y supero bien al portero", mientras que necesita "mejorar todo obviamente, pero sobre todo la defensa".
Tiene un espejo perfecto con Carlos Álvarez, de quien señala que "es una gozada verle, intento fijarme en todo lo que hace y aprender de él", si bien bromea con que "a veces es algo frustrante en el sentido de que ves que es mucho mejor que yo".