El Júpiter Leonés dio este sábado en el Área Deportiva de Puente Castro el primer paso hacia el ascenso a la nueva Segunda RFEF después de solventar con contundencia la eliminatoria ante el Real Ávila (3-1) en un partido en el que el filial culturalista fue superior aunque perdonó lo suficiente como para terminar decidiendo el partido en el tramo final del mismo.Y eso que el dominio de inicio fue del conjunto castellano, que tuvo las dos primeras ocasiones con un tanto anulado a Rubiato por fuera de juego y un balón que Manso sacaba sobre la línea con Diego ya superado. Esos 10 primeros minutos dibujaban un escenario complicado para el equipo de Israel Martínez, que sin embargo, tuvo la más clara en su primera llegada.
Percan forzaba un penalti muy riguroso cometido por Domingo, si bien Javi Fernández lo mandaba al palo. Jugar con fuego es perdonar ocasiones así en una fase de ascenso, pero lo cierto es que el Júpiter creció desde lo ocurrido y volvió a tenerla de nuevo, tras aprovechar Marcos González una indecisión de la defensa, quedarse solo ante Johan al que regateó, pero mandó el balón al lateral de la red.
El Júpiter falló un penalti en la primera parte, se adelantó tras el descanso y en 5 minutos mató el partidoLo pudo pagar el filial en los minutos previos al descanso, con dos ocasiones para el Ávila que Pascual mandaba fuera.
Se iba el partido al descanso con todo por decidir y un Júpiter que salió con una marcha más al campo. Percan aprovechaba una pérdida, se recorría 30 metros con el balón controlado y batía a Johan entre las piernas a su salida para hacer el 1-0 y poner por delante al filial.
Teniendo en cuenta que a los leoneses les valía el empate al final de los 120 minutos si se llegar a la prórroga, el gol era todo un paso adelante de no ser que sirvió para espolear a un Ávila que se fue al ataque. Llorián tuvo el empate poco después del gol y tras los cambios, Rubén Ramiro embocó la primera que tuvo en una mala salida de Diego.
Le tocaba volver a remar al Júpiter, que encontró el camino en la redención de Javi Fernández. Tras fallar el penalti el capitán se rehizo a lo grande, con un golazo por la escuadra desde la frontal que ponía de nuevo por delante a los suyos. Con el Ávila volcado, solo 5 minutos después Abel hacía el definitivo 3-1 tras aprovechar el rechace de un mano a mano fallado por Marcos Fernández.
No se movería más el marcador a pesar de que el Ávila tuvo un par de ocasiones claras para recortar distancias y el Júpiter otras tantas solo ante Johan para dejar un marcador más abultado. De cualquier forma se queda el filial con lo importante, el pase. Toca pensar ya en el Burgos Promesas.