Kawaya pasa la prueba y se convierte en el quinto fichaje

Después de Dioni, Morales, Pablo Vázquez y Borja San Emeterio, cuando apenas restaban 48 horas para el cierre del mercado, llegó la quinta incorporación en esta ventana de fichajes por parte de la Cultural. Y es que, después de 10 días entrenando con el primer equipo, el extremo belga Andy Kawayaha logrado convencer al cuerpo técnico y superar su periodo de prueba, firmando por el conjunto leonés por una temporada garantizada y dos años más opcionales en función de objetivos.

Un refuerzo que provoca que de nuevo el conjunto leonés vuelva a tener ocupadas las 22 fichas, por lo que en el caso de que acabe fichando un lateral izquierdo (el jugador del Nástic Javi Jiménez sigue siendo el preferido) tendría que dar una nueva baja.

Tras salir ya Nicho, José Alonso, Albizua, Samu y Ángel en las últimas semanas, el sacrificado ahora estaría entre Mancebo y Liberto, que apenas han tenido protagonismo en la primera vuelta y ven aún más reducidas sus opciones de entrar en el equipo ante las últimas incorporaciones.

Las 22 fichas vuelven a estar cubiertas, por lo que Mancebo o Liberto saldrían si llega un lateral izquierdo Competencia directa es Kawaya, jugador de 22 años que intentará recuperar en León su mejor versión, esa que le hacía ser una de las grandes promesas del fútbol europeo en su etapa de juveniles, después de un año parado, una circunstancia que ha sido la que ha hecho dudar a Aira pese a que finalmente ha pesado más la calidad que le veía.

Jugador zurdo de 1,74 metros de altura, que ha jugado en algunas ocasiones como carrilero e incluso lateral pese a su marcado carácter ofensivo, ha sido internacional con todas las selecciones inferiores de Bélgica, desde la sub’15 hasta la sub’21, y llegó a disputar la ‘Champions’ durante su etapa en uno de los conjuntos más potentes de Bélgica: el Anderlecht, dando incluso una asistencia ante el Arsenal.

Su escaso protagonismo le hizo salir pese a ganar Liga y Copa rumbo al Willem II de la Primera holandesa, de donde pasó al Mechelen de la máxima categoría belga.

Su siguiente aventura, en el Avellino de la Seria B italiana donde había firmado por tres años, se rompió antes de empezar por la desaparición del club, quedándose tirado y llevando por ello más de un año sin disputar un partido oficial, pues el último que jugó fue el 26 de diciembre de 2017.