Perder en la pista del Kriens, más cuando a la baja ya sabida de Alberto Martín se une la del ‘tocado’ Edu Fernández dejándote con una plantilla muy corta y especialmente mermada en defensa, entraba dentro de la lógica para el Abanca Ademar.
Sin embargo, quizá duele más cuando ves que has tenido opciones muy reales de sacar algo positivo porque el rival estaba a tu alcance y es tu carrusel de pérdidas en ataque y la debilidad defensiva lo que te ha condenado.
34-30 cayó el conjunto leonés en un partido en el que fue siempre a remolque, no llegando a ponerse nunca por delante en ningún momento y llegando a tener desventajas de cuatro goles en la primera parte y hasta de cinco (28-23 por última vez) en la segunda, pero en el que llegó vivo hasta el final, poniéndose incluso a dos (30-28) a falta de seis minutos.
Sin embargo, no fue suficiente. Se quedó con la miel en los labios un Ademar sin argumentos defensivos dadas las ausencias para marcar diferencias a través de esa faceta y que encajó numerosos goles en transición, tanto en contraataques de primera y segunda oleada como en contragol, sufriendo mucho más el Kriens cuando debía atacar en estático pero encontrando el ‘salvavidas’ del pivote Sipic (hizo un espectacular nueve de nueve) y el recurso de los extremos en sus superioridades para sobrevivir a ello y a un buen Saeid.
A la baja ya sabida de Alberto se unió la del ‘tocado’ Edu, dejando bajo mínimos a un Ademar sin rotación
Porque le fue mal también un día más al conjunto leonés cuando debía atacar seis contra seis, buscando poco en el pivote a un Benites que se movió bien y metió los cuatro balones que recibió, y teniendo como principales argumentos las asistencias de Adrián Fernández (volvió a ser mejor el equipo con él en pista pese a no aportar lanzamiento), los ‘chispazos’ de un Wasiak que sigue yendo claramente a más y la efectividad desde el extremo de Darío Sanz, pues pese a terminar con cinco goles volvió a estar errático Carlos Álvarez.
Salvo Lodos en un tramo de la primera mitad nadie más de la primera línea aportó, no teniendo minutos Miñambres y encadenando errores Marawan, Lindqvist y Rodrigo, lo que impidió dar continuidad a los amagues de remontada de un Ademar en el que debutó Rozada y que durante muchos minutos de encuentro fue haciendo la goma.
El Ademar no fue nunca por delante, no pudo frenar al pivote Sipic y sufrió en las transiciones y el contragol
Hubo varios momentos clave. Uno, al final de la primera parte. Porque tras un inicio igualado, el Kriens había cogido una renta de cuatro goles (14-10) a los 19 minutos que se mantenía con el 17-14 a seis minutos del descanso. Sin embargo no encajaba ni un tanto más hasta él el Ademar, que con las paradas de Saeid que había entrado por un desacertado Álvaro y los goles de Benites con Adrián moviendo bien el equipo, se iba a uno (17-16) a vestuarios.
¿Otro? La mala salida de ellos. Todo lo remado desapareció en cuatro minutos, que fueron los que tuvo que tardar en pedir tiempo muerto un cabreado Dani Gordo, porque el Kriens había volvuelto a coger con un parcial de 4-1 los cuatro de renta que se agrandaban por primera vez hasta los cinco con el 25-20.
Precisamente ahí podía haber llegado uno de esos instantes que se hubiera visto como clave de haber remontado. Porque Álvaro detenía un penalti que hubiera colocado al Kriens seis arriba y en inferioridad Wasiak metía dos goles seguidos, parando Saeid la acción siguiente y atacando Ademar para ponerse a dos... un ataque que terminaba en pérdida de Lindqvist y gol a la contra de un Kriens que en un visto y no visto ya volvía a ganar de cinco.
Con 29-25, Ademar tuvo una superioridad que empató tras perder 3 balones y, con 29-26, falló dos lanzamientos
Con 29-25 llegaría la última bala del Ademar. Quizá el instante que más duele al buscar dónde se pudo sellar la derrota. Primero, porque atacó en superioridad, la única que tuvo en un partido donde como suele ser habitual en Europa los árbitros castigaron de diferente forma los contactos en las dos áreas. Sin embargo, en otro de esos debes que arrastra desde el inicio, no metió ni un gol en ella, sumando tres pérdidas y empatándola a cero.
Y después porque, tras poner Darío Sanz el 29-26 y enlazar Saeid varias intervenciones de mérito, Carlos y Wasiak fallaban dos tiros seguidos antes de que el propio Sanz, tras robar él mismo el balón, colocara el 29-27, distancia que se mantenía tras transformar un penalti forzado por Rodrigo en inferioridad en el citado 30-28 a seis para el final.
Ahí acabó de morir Ademar. Porque marcaba Langenick desde el extremo, hacían falta en ataque los leoneses y el lanzamiento de Sigrist colocaba un 32-28 definitivo a tres del final.
Derrota dolorosa pero que no cambia las cuentas para pasar de fase de un Ademar que, eso sí, necesitará ganar sí o sí la semana que viene a un Gorenje que sorprendió en Eslovenia a un GOG al que arrancó un empate (35-35).