La Deportiva, a acabar con la sequía contra el Fuenlabrada

En su regreso a la Segunda División, la Deportiva se ha convertido en un ‘matagigantes’, un equipo especializado en dar disgustos a los ‘cocos’ de la categoría, demostrando semana tras semana que no es necesario el presupuesto más alto para hacer las cosas bien.

El exigente inicio de Liga con los bercianos viéndose las caras con todos los equipos con los que la Ponferradina comparte el ‘playoff’ y también con los dos de ascenso directo, sigue sin dar tregua y este domingo a los de Jon Pérez Bolo les tocará volver a mostrar su mejor versión si quieren sacar algo positivo.

Si bien el Fuenlabrada no tiene el ‘glamour’ ni el caché de los históricos, su trayectoria más reciente no tiene nada que envidiar a la de alguno de esos clubes. Con trece puntos, los madrileños llegarán al Toralín a solo un punto de la promoción, un buen inicio de competición que da continuidad a los buenos resultados cosechados las últimas temporadas.

El Fuenlabrada ascendió a la división de plata el mismo año que la Ponferradina, y al igual que los bercianos, se ha acostumbrado a coquetear con la zona alta. En la 2019/2020 solo la derrota en la última jornada en Riazor evitó que disputasen el ‘playoff’ de ascenso, mientras que en el pasado curso la irregularidad que mostró en la recta final les pasó factura y le relegó a la 11ª plaza.

Mucho más regulares se han mostrado los madrileños en su duelo particular con la Ponferradina. De hecho, los de Jon Pérez Bolo no saben lo que es ganar al Fuenlabrada en la división de plata. Tres empates y una derrota es el bagaje de los blanquiazules ante el rival que visitará El Toralín este domingo, una mala racha a la que, en la tercera temporada de ambos en Segunda División, toca poner fin.

Para ello los blanquiazules siguen muy pendientes de Yuri y Enrich. El brasileño finalmente se cayó de la convocatoria ante la Real B, y con Edu Espiau siendo baja por su expulsión, su regreso se antoja clave. Y es que Enrich debutó por fin en el duelo ante el filial donostiarra, pero aún no se encuentra en plena forma y una excesiva carga de minutos puede jugarle una mala pasada.