La Deportiva comienza este fin de semana su cuarta temporada consecutiva en Segunda División, un campeonato que apunta a ser totalmente diferente de las tres últimas aventuras del conjunto berciano en la categoría. Desde que los blanquiazules regresaran a la división de plata en 2012, cada nueva edición de la Liga Adelante ha contado con al menos un claro candidato a luchar por uno de los dos puestos de ascenso directo.
Villarreal, Deportivo y Betis han sido los últimos ‘caciques’ de la Segunda División. Los tres partieron como grandes favoritos y los tres lograron su objetivo, eso sí, con más sufrimiento del previsto. Y es que si por algo se caracteriza la categoría es por su competitividad y por el factor sorpresa que permite luchar por objetivos inesperados a equipos que ‘a priori’ no estaban incluidos en el abanico de favoritos.
En este pelotón ha estado la Deportiva en los últimos años, un rol secundario que aspira a abandonar para empezar a luchar por cotas más ambiciosas a medio plazo, aprovechando el vacío de poder con el que arranca el campeonato. Ni Córdoba, ni Almería, ni un Elche mermado por sus problemas económicos han destacado por fichajes de relumbrón, dejando el protagonismo de las grandes incorporaciones a clubes otrora humildes, como el Leganés, que ha sorprendido a propios y extraños consiguiendo cesiones de jugadores llamados a hacer cosas importantes en Primera División - Guillermo, Ruiz de Galarreta- y jugadores ya contrastados - Lluis Sastre-.
Tampoco han pasado inadvertidos los movimientos de los recién ascendidos.Oviedo y Huesca han conseguido confeccionar una plantilla que mezcla cesiones de jóvenes promesas de clubes importantes - Bambock (PSG), Pablo Hervías (Real Sociedad)- con viejos conocidos del fútbol español - Toché y Leo Franco-.
Entre los que ya estaban, el Alavés, con Bordalás a la cabeza, ha llevado una renovación completa con el objetivo de que el conjunto vitoriano luche por un puesto de ‘playoff’. Más atrevidos son los proyectos de Valladolid y Zaragoza. Pucelanos y maños cayeron en las eliminatorias de ascenso la temporada pasada, siendo por historia y respaldo social dos de los equipos a tener en cuenta en la pelea por el ascenso directo.
Con dos semanas todavía por delante hasta el cierre de mercado de fichajes, pocos equipos han dado por cerrada su plantilla. En el conjunto blanquiazul, la gran preocupación sigue siendo Rubén Sobrino. El ariete manchego está siendo seguido de cerca por el Manchester City, que podría pagar su claúsula para cederlo al Girona, aunque de momento no hay ninguna oferta en firme.
La Deportiva busca crecer en una Segunda División sin un favorito claro
El conjunto berciano sigue pendiente de resolver el futuro de Sobrino
19/08/2015
Actualizado a
30/07/2019
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