Con todo decidido y a solo un minuto del final del partido, Berrocal recibía una fea entrada que desataba la ira del ariete andaluz. Para Pizarro Gómez, el desmán del delantero blanquiazul fue un ataque directo hacia su persona, por lo que lo veía la roja directa por, según recogió el colegiado en el acta, «manifestar en voz alta, gritando, los siguientes términos mientras me miraba: Tu puta madre».
Teniendo en cuenta el código disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la sanción podría ir de uno hasta doce partidos, dependiendo del artículo que se aplique en el caso del cordobés. Si el Comité decide considerar el desaire del delantero como expresión y gesto ofensivo (artículo 119), consideraría la infracción como leve y recibiría entre uno y tres partidos de sanción o por tiempo de sanción hasta un mes.
También un máximo de tres encuentros de castigo tendría si se decide aplicar el artículo 117, calificando su comportamiento como «desconsideración hacia los árbitros», aunque en este caso la sanción mínima sube hasta los dos partidos.
La mayor pena se produciría si el Comité juzga el caso en virtud del artículo 94. En este caso, por «insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro o sus asistentes, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos».
Antecedentes dispares
En los casos similares que se han producido en el fútbol español ha habidodisparidad de criterios y sanciones. En la temporada 2009/2010, a Álvaro Negredo, que militaba entonces en las filas del Sevilla,se le retiró una segunda amonestación después de que el actual delantero del valencia se refiriera en los mismos términos que Berrocal a uno de los asistentes de Rubinos Pérez.
Pero el Comité no se muestra siempre tan piadoso.Cuatro partidos estuvieron apartados de los terrenos de juego Sergio García (2012) y Víctor Valdés (2013) por llamar «sinvergüenza» al colegiado, mientras que Pepe, central del Real Madrid, solo fue castigado con dos partidos tras referirse al trencilla en el túnel de vestuarios en los siguientes términos: «Vaya atraco, hijo de puta».
La del Carlos Tartiere es la tercera expulsión de Berrocal con la camiseta de la Deportiva. La primera fue el día de su debut, ante el Alcorcón, en El Toralín. La segunda fue esta misma temporada, en Copa, ante el Eibar, por un codazo a Pantic en los primeros compases de partido que permitió al conjunto vasco darle la vuelta a la eliminatoria y dejar a la Deportiva sin octavos.