En la categoría femenina ha habido un terremoto con epicentro en Madrid y provocado por Lupi, de Los Leones. Ante la ausencia de luchadoras acudió a un histórico de la lucha, el judo y la aventura, Flechina, ahora en Suiza.
Y Flecha le fletó desde Madrid una escuadra de colonas, de nacionalidades diversas: Alicante, Vallecas, Burgos... Vienen a cada corro desde Madrid y, desde que llegaron, dejaron claro que no venían «a tomar las aguas». Especialmente la dicharachera Mireya, de ligeros —«para distinguirme, si no me conoces, soy la pequeña»— que en Quintana solo cedió ante Bea Riaño a base de medias por esas sueltas que tanto les cuesta asimilar;pero ayer, con la caña que le dieron con las sueltas, «ya tocó pelo» —perdón por el argot taurino— y derrotó en la final, incluso con sorprendente facilidad, a una Bea Riaño que no es cualquier rival y abandonaba el corro con gesto de pensar en qué le había pasado.
- ¿Dónde aprendiste Mireya?
- Yo soy judoka, pero ahora no hay competición y a través de Flecha vine.
- ¿Dónde vives?
- Soy de Alicante, de Castalla, pero vivo en Madrid, venimos las tres (se refiere a Estrella y María) desde Madrid.
Y no se puede quejar. La primera de las colonas ya ha ganado. La de medios, Estrella, no haré el chiste de que se estrelló con Luzma pues le plantó cara, hasta el punto de que perdió sobre la bocina en una suelta —siempre las sueltas—que no entendía bien.
Luzma se metió en la final; donde la esperaba la misma finalista de Quintana, Priscila, que cada día recuerda más a aquella invicta de ligeros. Hubo batalla, Luzma le dió una entera, clásica de ella, de raza, pero Pris volvió a tirar de lucha y da la impresión de que se lo ha tomado muy en serio en invierno. «Está de luchar», decía Juanito Hidalgo, que algo entiende de esto de agarrarse al cinto.
En pesados hay ‘doble’ colona. María, que viene de Rivas Vaciamadrid, y la cántabra Lucía López-Dóriga, que ya irrumpió el año pasado y ya sabe lo que es ganar corros. Se midieron en semifinales y pasó la ‘veterana’, Lucía; que se iba a encontrar en la final con una Edi ‘la gemela’ que está feliz en pesados: «No me da la vida para sacrificios» y en ese peso se mueve como lo hizo con la judoka cántabra, con mañas de lucha leonesa, la mediana que le abría el camino de la victoria lo dejó muy claro. Tres de tres lleva.
Por si acaso: ‘Colonas’ no tiene ningún sentido peyorativo, lo contrario.