La seriedad sin pegada sólo tiene un punto como premio

Con un poco más de puntería, el partido hubiese sido perfecto. No permitió ni una sola ocasión del Burgos en todo el choque la Cultural y generó tres claras oportunidades de gol. Pero no estuvo fina en ellas y la seriedad sin pegada sólo tiene como premio un punto.

Empató 0-0 por segunda semana consecutiva el equipo leonés, que encadena su 12º encuentro seguido sin perder y se acerca a cuatro puntos del ‘playoff’ de ascenso dado que ni el segundo, ni el tercero ni el cuarto ganaron esta jornada, pues perdieron en casa de forma sorprendente Murcia y Ferrol y empató el Logroñés.

Buenas resultados para seguir en la pelea pero que a la vez dejan sensación de ocasión perdida. Porque sólo faltó la victoria en un día con ambiente de las grandes ocasiones: casi 300 seguidores del Burgos haciéndose notar por la ciudad antes del choque y en el campo, una de las mejores entradas de la temporada superando los 2.500 espectadores, y un público muy metido en el partidodesde el minuto uno.

Y eso que, fútbol en la primera mitad, hubo más bien poco. Fue trabado todo el choque, pero más aún unos 45 primeros minutos en los que ningún equipo piso apenas el área rival y las jugadas de mayor peligro fueron una falta al borde del área que el Burgos estrellaba en la barrera, y un córner que Gonzalo tiraba cerrado buscando el gol olímpico y obligaba a intervenir con suspense a Aurreko.

Escaso bagaje que refleja bien lo que fue un primer acto donde la mala noticia fue la lesión tras una entrada de Turzo, por quien Cabello había sorprendido apostando de inicio para formar trivote con Kamal y Gonzalo; y el principal aliciente había sido el recital de silbato de un desastroso Julio Fermín Leo Ollo. Es complicado, sin influir para nada en el resultado, hacer un arbitraje peor que el del navarro, que jugó a ser Mateu Lahoz aplicando su propio reglamento y se le fue de las manos el choque enlazando errores y compensaciones.

Se marchó entre una enorme pitadaa vestuarios, de los cuales salió una Cultural mucho más incisiva y acertada en tareas ofensivas que en la primera mitad. Así, en los primeros 20 minutos, llegaron sus tres claras oportunidades que de meter hubiesen cambiado el choque pero que no entraron.

La primera, a los dos minutos de reanudación, la tuvo Borja. Tras un pase al hueco de Peláez para Kamal, el medio llegaba a la frontal con el balón controlado, tenía disparo claro pero optaba por abrir a la izquierda donde llegaba absolutamente solo el interior, al que dejaba mano a mano con Aurreko, con tiempo de sobra para controlar y pensar, pero frente al que disparaba muy mal yéndosele el tiro arriba.

Fallaba él y también cinco minutos después un Aketxe muy gris. Tras una buena jugada tocando de lado a lado, Tornero la ponía atrás a Gonzalo, que colgaba un gran centro que Aketxe solo en el segundo palo cabeceaba muy mal, flojoa las manos del portero.

Pero, la más clara de todas, llegó en el 65. Circulaba Kamal desde el centro del campo con el balón, llegaba a trompicones pero con fuerza hasta la frontal con él controlado, se la pasaba a Aketxe dentro del área y el punta dejaba de cara para Peláez, que desde la frontal soltaba un gran zurdazo que con Aurreko ya batido se estrellaba a media altura en el palo izquierdo.

¿De ahí al final? Nada más hubo. El Burgos, con un Moke enorme y haciendo kilómetros y kilómetros en el centro del campo, y Cristian siendo el único que generaba sensación de peligro arriba; tenía en las manos el empate que había venido a buscar y sólo se iba adelante en jugadas a balón parado; y la Cultural se quedaba sin ideas y con el paso de los minutos también sin fuerza.

Salía Orodea a falta ya de sólo cinco minutos pero nada podía hacer, llegando además la peor noticia en el 93. Moke hacía una entrada muy dura y Kamal se equivocaba y revolvía en el suelo. Amarilla de libro para los dos que en ambos casos suponía la expulsión, pero que el árbitro perdonaba al burgalés y convertía en roja directa al estimar agresión para el culturalista.

Un palo de cara a las dos próximas salidas, a Coruxo y Guijuelo, donde estará en juego el poder seguir soñando.