La situación de la Ponferradina dinamita también el ambicioso proyecto del filial

El varapalo que supone el más que probable descenso de categoría de la Sociedad Deportiva Ponferradina no se limita únicamente al primer equipo. Como si de la caída de fichas de dominó se tratase, el potente proyecto del filial en Tercera RFEF, iniciado en el verano de 2022 tras el ascenso de categoría de los pupilos de Rubén Vega, se ve también frenado en seco.

A pesar de ser un equipo novato en la categoría, la Ponferradina quiso ser ambiciosa y ponerse en el horizonte la meta de pelear por los puestos altos de la tabla clasificatoria de su grupo de Tercera. Para ello, acudió al mercado nacional e incorporó a una gran cantidad de futbolistas de cierto nivel de diferentes puntos del país. Así, Nico Arce del Tuilla asturiano, Omar Jaiteh del Tenerife B, Yannis Lembezat del Algeciras o Pol Plá del Castellón, entre otros, se unieron a la base compuesta por Mauro Molina, Ibrahim Covi o Moussa Soumaré, más los chicos del juvenil. Todos estos nuevos fichajes firmaron por un año y lograron un octavo puesto clasificatorio pero, tras el citado descenso del primer equipo, su situación varía.

La Ponferradina debe reajustar el presupuesto a causa de las pérdidas que ocasionaría la bajada de categoría. Esto está inicialmente enfocado al primer equipo pero, lógicamente, también influye al filial. Tanto es así que en los últimos días el club ha decidido resolver los contratos de todos estos fichajes abonando las mensualidades pendientes hasta el la fecha final de duración de los contratos, por lo que ya no tienen vinculación con la Deportiva.

De esta forma, el conjunto berciano tendrá que volver a acudir al mercado y promocionar desde el juvenil para rearmar un nuevo plantel, esta vez con un presupuesto sensiblemente menor que, seguramente, obligará a rebajar las cotas a la hora de fijar nuevos objetivos deportivos para la venidera campaña 23/24.