La trucha cierra una campaña marcada por los caudales

El pasado fin de semana se completó el cierre de temporada de pesca en todas las aguas trucheras de la provincia, abriendo paso a un periodo necesario

Rodrigo Prado Núñez
22/10/2022
 Actualizado a 22/10/2022
Pescador despidiendo la temporada en el río Esla. | RPN
Pescador despidiendo la temporada en el río Esla. | RPN
El sábado, día 15 de este mes de octubre, se completó el cierre de la temporada de pesca en todas las aguas trucheras de nuestra provincia. Esla, Órbigo, Porma, Sil y Cea han sido muy visitados en estas últimas semanas y su comportamiento ha sido irregular.

El manejo de caudales que ofrecen las presas limitó mucho la pesca en los tramos de estos ríos regulados y fue en estas fechas, al final de la temporada, cuando nos ofrecieron su mejor cara. En superficie, a mosca seca y a la leonesa, se pescaron muchas truchas.

La parada de la pesca es necesaria para que los ríos descansen y proteger a la trucha en su reproducciónLejano queda aquel día, 26 de marzo, que se abría la veda y todos empezamos la pesca de la trucha con ilusiones renovadas y esperanzados de que fuera una buena temporada. Al final el balance es positivo, a pesar de que la falta de lluvias, dejaron unos ríos naturales con muy poca agua en los meses de verano. La temporada fue de más a menos, pero hay que reconocer, así lo manifiestan la mayoría de los pescadores, que la escasez de lluvias, las altas temperaturas y el uso de las aguas para el regadío, influyeron negativamente sobre los caudales y la pesca. Ríos y arroyos que jamás se habían secado se quedaron totalmente sin agua. La parte baja de los ríos Omaña, Duerna, Ería, Porcos, Celorno y otros muchos arroyos y manantiales de montaña se quedaron secos. Efectivos de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León trabajaron sin descanso en la recuperación de los peces que quedaron aislados por una sequía sin precedentes. Han rescatado y trasladado a zonas seguras a más 30.000 truchas y 80.000 bogas, escallos y bermejuelas. Sin río no hay nada y sin peces no hay paraíso para el pescador.

Esta parada bilógica es tan natural como necesario para que los ríos descansen y proteger a la trucha en su época de reproducción e invernada. Lo peor de la veda es que los ríos quedan solitarios y a merced de los cormoranes y furtivos. Cormoranes que ya planean sobre sus aguas en busca de su alimento preferido, los peces. Aunque sabemos que se ha intensificado la vigilancia sobre los furtivos son muchos los que siguen matando truchas fuera de la ley, es de esperar que no se baje la guardia por el bien de todos. Esta temporada nos hemos encontrado con aparejos perdidos en raíces y ramas con anzuelos con muerte en tramos libres. Esto es preciso controlarlo o mejor prohibir los anzuelos con muerte en todas las aguas trucheras, sería un bien para las truchas que se devuelven por no dar la talla, en los tramos con muerte y para todas las que se pescan en los tramos libres. También es preciso contralar la contaminación de los vertidos y los regadíos que han dejado muchos tramos de algunos ríos secos.

La pesca del cangrejo rojo de las marismas y el cangrejo señal seguirá abierta hasta el 31 de diciembre, sin límite de capturas ni talla. Se permite, con fines de control o erradicación, la posesión y el transporte de los ejemplares vivos de cangrejo rojo (Procambarus clarkii) y de cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) que hubieran sido pescados en las masas de agua autorizadas.

También se podrán seguir pescando con caña, en las aguas de acceso libre no trucheras, los barbos, bogas, bordallos, cachos, madrillas, gobios, piscardos y tencas, con un cupo de seis ejemplares de cada especie por pescador y día. En todas estas aguas las truchas que se pesquen serán devueltas al agua.

El turismo de pesca en otoño, un potencial para la provincia


De sobra es conocida la potencialidad de los ríos de León para la pesca fluvial como recurso turístico. No en vano es la provincia con más kilómetros de ríos trucheros de todo el territorio nacional. Y aunque durante toda la temporada hay una presencia importante de aficionados, es en otoño cuando muchos pescadores se desplazan a León a pescar sus famosos ríos; Esla, Porma, Órbigo etc. Son aficionados que vienen de otras provincias y de otros países para disfrutar de nuestros ríos y aprovechar estos últimos días de la temporada.Lo cierto es que cada año se pesca mejor y es más fácil conseguir un número importante de capturas que satisface a ese turista pescador más exigente.

Si León es la provincia de referencia en España de la pesca de la trucha, sus cotos son sus zonas estrella y aunque a diario quedan permisos sobrantes para pescar estos acotados, la cosa se puede complicar si los queremos disfrutar en el fin de semana. Cotos como Sardonedo en el río Órbigo, Garaño en el Luna, Cerezales, los Condados y Vegaquemada en el Porma, y Gradefes y Pesquera en el Esla han sido muy solicitados por los pescadores foráneos. Pero los ríos este año y en este otoño no presentaron las mejores condiciones para la pesca. Casi todos los aficionados que vienen de fuera de nuestras fronteras, franceses y portugueses principalmente, pescan a mosca en superficie y es por estas fechas que las eclosiones disminuyen y acertar con la imitación del insecto que comen, cuando hay postura, no siempre es fácil. Pero a pesar de los escasos caudales, en las horas del mediodía, las truchas aumentaron su actividad para satisfacción de esos visitantes.
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