Cuando un equipo es valiente parece que las derrotas se le pueden criticar menos, pero lo cierto es que cuando éste se encuentra en una situación de dudas como las que tiene la Sociedad Deportiva Ponferradina de poco vale la intención si esta no se concreta en el resultado.Y es que este sábado el conjunto berciano mereció mejor suerte en su visita a Leganés, pero al final, en lo que cuenta de verdad que son los puntos, se volvió a marchar de vacío regresando así a la casilla de salida de la que parecía haber salido tras la victoria ante el Huesca.
Lo hizo víctima una vez más de su fragilidad defensiva, una falta de contundencia que no es novedad y que, como demostró ayer, no es cuestión de que José Gomes ponga más o menos defensas, sino de acciones individuales. Porque ante la ausencia de Paris y la entrada de Aldair como sustituto, se quiso proteger el técnico apostando por los 3 centrales, lo que no solventó que el portugués demostrase un día más no tener el nivel que exige la categoría así como que lo que por su banda se generaba encontrase solución con el resto.
Sorprendió igualmente la apuesta de Gomes por Adri Castellano como carrilero zurdo en una banda izquierda por la que llegó la primera acción de peligro real del Leganés después de unos primeros minutos en los que el conjunto pepinero tuvo el balón pero apenas inquietó a Amir con un par de acciones de Gaku. Sin embargo, la primera vez que pilló descolocado el conjunto local a la zaga deportivista, ésta lo pagó caro. Fue Diéguez el que se sumaba a un ataque y no lograba recuperar su lugar a tiempo tras la pérdida. Un genial Miramón en la transición le regalaba el pase entre Amo y Pascanu a Juan Muñoz para que éste fusilase a Amir desde el punto de penalti para hacer el 1-0. Tardaría eso sí en subir el gol al marcador y es que el asistente anulaba el tanto en primera instancia por un supuesto fuera de juego que no resultó ser tal cuando el VAR revisó las imágenes.
La Ponferradina generó múltiples ocasiones en la segunda parte, pero no encontró el gol del empateNo se habían cumplido ni 20 minutos de partido y la Ponferradina ya tenía que remar un día más a contracorriente en un eterno dejá vu que parece no tener final. Sí había una diferencia esta vez y es que el equipo tenía más argumentos desde el centro del campo para generar peligro. Porque igual que Gomes se quiso proteger con cinco zagueros, el resto del once fue de un perfil eminentemente ofensivo. Nwakali y Agus Medina ocuparon el centro del campo con Dani Ojeda y Naranjo por las bandas además de Derik en punta. El brasileño buscó la espalda de la zaga y eso pronto cargó al central Sáenz con una amarilla, pero poco más pudo producir. Con la zaga berciana jugando prácticamente en el centro del campo, el partido invitaba a ver un todo o nada demasiado prematuro si en una recuperación en Leganés lograba correr... y opciones tuvo para ello con Juan Muñoz desaprovechando un tres para dos y Arnáiz cayendo en el fuera de juego cuando se quedaba solo ante Amir.
Pero la valentía de la Deportiva tuvo, aunque fugaz, premio. Lo hizo a través del balón parado, con un córner que botaba Nwakali para que Pascanu atrajese a un Nyom que molestaba a Riesgo en su salida y el balón le cayese a los pies a Amo para que éste marcase a puerta vacía y devolviese el empate al marcador.
No está para alegrías la Ponferradina este año y apenas 3 minutos le duró esta al equipo berciano, una vez más por la falta de contundencia en área propia. Una jugada individual de Arnáiz que Aldair y Amo defendieron con la mirada permitía al habilidoso extremo recortar dentro del área y batir con un tiro cruzado a Amir.
Otra losa más encima de una Deportiva que se fue con ese resultado de 2-1 al descanso sabiendo que, por mucho que generase, le hacía falta tener un acierto extremo para compensar sus errores defensivos. Y le puso intención, le puso jugadores, pero no encontró el conjunto berciano en la segunda parte ese gol que le hacía falta para salvar al menos un punto de Butarque.
Poco se le puede reprochar al equipo en cuanto a actitud, ya que apretó el acelerador desde la salida de vestuarios para meter durante muchos minutos al Leganés en su área con múltiples ocasiones para marcar. Un centro envenenado de Agus, un disparo de Diéguez, otro duro de Ojeda que detuvo Riesgo... la Ponferradina quiso pero no pudo.
Tampoco se le puede achacar nada en cuanto a valentía a José Gomes, que a la hora de juego quitó a sus dos carrileros para meter a un delantero, Espiau, y un extremo, Tavares.
Naranjo y el portugués quedaron de carrileros con Diéguez actuando en ataque como pivote y, en definitiva, volcarse en ataque buscando el empate. Pero no lo encontró por más que lo intentó. Los protagonistas del cambio encontraron una buena ocasión en un centro lateral que el canario remataba al lateral de la red y el equipo fue capaz de llevar el balón al balcón del área en numerosas ocasiones en la que los disparos, con Dani Ojeda como principal protagonista, no encontraron el camino del gol.
Quemó las naves la Deportiva en un día feo para que Yuri sumase un capítulo más a su historial de récords en la Deportiva, esta vez convirtiéndose oficialmente como el jugador con más partidos disputados en la historia del club. A punto estuvo de ponerle un broche de oro con un disparo desde dentro del área tras un pase atrás de Naranjo que parecía gol hasta que Sáenz despejaba el balón.
Le restaban poco más de 10 minutos al tiempo reglamentario, pero lo cierto es que poco más se jugó en un partido que quedó finalmente emborronado dejando además un problema extra para el equipo de cara al futuro. Porque una lamentable acción de Fede Vico lanzando una patada al aire que buscaba a Pascanu sin estar el balón en juego derivó no solo en roja directa al jugador pepinero, sino en una amarilla a Amo que acarrea sanción y una roja a Erik Morán en el banquillo que le dejará fuera también. Derrota que tendrá tiempo para digerir una Deportiva que no volverá a la liga hasta dentro de 15 días iniciando antes su andadura en Copa.