Capaces de lo mejor y de lo peor, de caer ante un equipo de la zona de descenso y ganarle a otro de Final Four de Liga Europea, los rivales del Abanca Ademar parecen ya rezar antes de los partidos por encontrar la cara mala de un grupo de jugadores que, si tienen el día, pueden ‘cargarse’ a cualquiera. Y esa versión, la del mejor Ademar, fue la que se dejó ver en un partido grande, ante un rival de la zona alta como Logroño, al que superó con tanta claridad como acierto tuvo Dino Slavic, que salió en la segunda mitad para romper el partido con sus paradas y adelantar que a buen seguro el equipo le eche mucho de menos cuando la próxima campaña regrese a su Croacia natal.Se dudaba en la previa del estado en el que podía llegar Logroño tras diez días de confinamiento obligado tras detectar varios casos de Covid, si bien lo que dejaron claro los primeros minutos de partido es que ni mucho menos había perdido la chispa el conjunto riojano, ya con varios entrenamientos a las espaldas y es que el ritmo fue infernal durante prácticamente toda la primera mitad.
De un lado a otro, como si fuese un partido de tenis, movían la cabeza los aficionados presentes en el Palacio de los Deportes de La Rioja ante el intercambio de goles que proponían los dos equipos. Gonzalo Pérez comenzaba muy acertado en los leoneses y Agustín Casado hacía lo propio en los franjivino en un tira y a floja en el que prácticamente todos los presentes sobre el parqué tuvieron protagonismo en ataque. Se descosió la cuerda con la primera ventaja local superior a un gol, marcado por la diferencia en la portería, con Rangel mucho más acertado que Khalifa.
Un par de paradas del brasileño permitieron anotar a la carrera a Sánchez-Migallón y los hermanos Cadarso (lanzando uno de ellos, Edu, a la cara de Khalifa en una acción que no tuvo castigo y que fue prácticamente la primera parada del argelino) abriendo esa renta de dos goles que obligaba a Manolo Cadenas a detener el encuentro.
Un tiempo muerto que sirvió de poco a los leoneses, que sufrían en el centro de la defensa y veían como con una nueva parada de Rangel y el acierto de Moreira se encontraban en un abrir y cerrar de ojos con un nuevo parcial de 2-0 que dejaba el hándicap en 4goles (11-7). Sin embargo, unos buenos minutos de Khalifa y la exclusión de Ceretta permitieron al equipo leonés con los extremos, Jaime y Gonzalo, muy inspirados, limar la ventaja muy poco a poco hasta llegar a ponerse a un gol haciendo saltar las alarmas en Miguel Ángel Velasco, que pedía un tiempo muerto que no impediría que Feuchtmann empatara el partido (18-18) muchos minutos después.
Era la recta final de una primera mitad en la que salvaba la ventaja Logroño con dos goles consecutivos del caboverdiano Pina, que permitía esa mínima distancia en el marcador (20-19) en el entretiempo.
Logroño solo logró anotar 6 goles en una segunda mitad sensacional en portería y en defensaParecía ir de menos a más el equipo leonés, bien en ataque, pero necesitado de algo más en defensa y la bronca de Cadenas a Khalifa justo al terminar esa primera parte dejaba entrever cuál sería el primer paso de cara a la segunda. Dicho y hecho, Slavic se ponía bajo palos en el inicio de la segunda media hora de partido en una acción que terminaría decidiéndolo.
Porque a pesar del mal inicio, que permitió a Sánchez Migallón abrir la renta a los 2 goles de inicio y del festival de silbato que llevó a Erwin Feuchtmann a presentar su candidatura al récord de la tarjeta roja más rápida lograda a base de exclusiones (tres en 8 minutos, que unida a la de Marchán hicieron 4 en total en ese mismo espacio de tiempo), el Ademar no solo impidió que Logroño se marchase en una ocasión propicia para ello, sino que incluso se puso por delante apretando en defensa incluso en inferioridad y con la ayuda de Slavic. La buena actuación de Gostovic, clave en esa primera ventaja ademarista, fue otra de las noticias positivas que ponían tras recuperar la igualdad al Ademar dos arriba (24-26) y llevaban a Velasco a parar de nuevo el partido.
Pero se empezaba a sentir cómodo el Ademar, Logroño cansado pagando el excesivo de la primera parte y eso llevó a que incluso poco habituales como Kisselev se sumaran a la fiesta. El hispano-ruso anotó hasta 4 goles en la recta final del partido, siendo clave junto a Natan Suárez para terminar de dejar el partido sentenciado mientras en la otra portería Logroño se rendía ante Slavic, muy bien secundado por la zaga ademarista. De hecho, las cifras hablan por sí mismas y los 6 goles anotados por el equipo franjivinos en la segunda mitad dejan más que claro el rendimiento defensivo del Ademar. Pudo ser incluso más abultada la ventaja, si bien Rangel salvó un par de penas máximas a un Gonzalo que, pese a ello, se fue por encima de la decena de goles.
Un enorme triunfo que permite al equipo leonés recuperar el golaverage con los riojanos y seguir en la pelea, aún lejana y remota ya que obligaría a ganarlo todo y aún así depender de resultados, para engancharse a esa tercera plaza que ahorraría una ronda previa de la siempre traicionera Liga Europea. Sin duda, este equipo puede con todo por difícil que parezca.