"Los rivales nos decían que jugábamos increíble, es cercano y muy exigente"

El acuerdo estaba cerrado desde el domingo y este martes por fin la Cultural anunciaba la contratación como técnico de cara a la próxima temporada de David Cabello, que firma únicamente por un año y será el encargado de sustituir a José Manuel Aira y comandar un proyecto que tendrá el ascenso como reto y la Segunda B Pro como obligación pese a la bajada de presupuesto que habrá en el club.

El joven técnico, de 43 años y sin experiencia en Segunda B como entrenador (sí que disputó 16 temporadas como jugador), brilló dirigiendo canteras de postín como las del Málaga y el Alavés, y en su primera experiencia en sénior subió desde Tercera a Segunda B al CD Ejido 2012.

Un desconocido para la mayoría de aficionados culturalistas al que analiza y ‘pone por las nubes’ el capitán del conjunto andaluz, un Álex Carmona que a sus 30 años y con una larga carrera que incluye cuatro temporadas en la categoría de Bronce a sus espaldas, tiene claro que «ha sido de mis mejores técnicos,si no el mejor, basta decir que soy desde ya un hincha más de la Cultural».

«A nivel personal es un tío súper cercano, trata bien a los jugadores y no se puede decir nada malo, y a nivel profesional también le pondría un 10», asegura un Carmona que destaca cómo «nos ha planteado la temporada de una manera súper vistosa a nivel de fútbol, éramos los mejores a nivel asociativo seguro del Grupo XIX y seguro que de los que más de Tercera».

«Ha sido de mis mejores técnicos, si no el mejor. Basta decir que soy desde ya un hincha más de la Cultural» Y es que el jugador hace hincapié en que «le gusta mucho el balón y la posesión, pero yendo a por el gol que es lo que se trata», revelando que «hemos disfrutado mucho y, como curiosidad, todos los rivales tras los partidos nos han dicho que jugábamos increíble, el espectador disfrutaba».

«Parece que le hago la pelota, pero es la realidad, he tenido de todo en el fútbol y el único pero que alguien le podría poner, que para mí es una virtud, es que es tremendamente exigente, pero para profesionales debe ser bueno», incide Carmona, que añade su carácter «metódico y de mirar mucho el estado anímico del grupo, no se ciñe a los entrenamientos sino que trabaja mucho a nivel mental».

De hecho, pese a ser su debut dirigiendo a un equipo profesional, el capitán del Ejido destaca que «si no llegas a saber ese dato, hubiéramos creído que llevaba bastante en la categoría, no parecía su primer año ni en el planteamiento de entrenamientos, ni en conceptos tácticos ni de gestión, iba sobrado»; teniendo claro que, pese a no haber entrenado nunca en Segunda B, le ve perfectamente preparado para el cargo: «Hoy en día, además del nivel que tengas, se mira mucho la capacidad de llevar un vestuario, más aún en una Cultural que todos en el fútbol sabemos que es siempre un equipo top con buenos jugadores, con experiencia en Segunda y bastante egos, y para afrontar eso va sobradamente preparado. A nosotros nos consiguió tener a todos implicados y comprometidos, eso no es nada fácil, y a nivel táctico se nota que tiene mucho batalleo hecho como jugador».

«Trabaja mucho a nivel mental y es metódico. A nivel asociativo seríamos de los mejores de Tercera» ¿Sobre el estilo en sí que practicaba en el Ejido y que sobre el papel implantará en la Cultural? Carmona explicaba que «teníamos muchísima posesión de balón. Jugábamos con laterales súper ofensivos, que tuvieran bastante profundidad, y con extremos que contaran con la particularidad de jugar por dentro además de por fuera para dar ese espacio a la subida del lateral. A veces podías dejar a los centrales descubiertos, pero a la hora de fichar él ya lo hacía con esa pretensión y fichaba tanto jugadores en el centro de la defensa como un mediocentro defensivo que pudiera corregir esos aspectos».

Grandes referencias de un David Cabello que vendrá con Rafa Morales, que se mantendrá como segundo entrenador al igual que en El Ejido, y que hoy será presentado y se pondrá inmediatamente de la mano de Ricard Pozo a trabajar en la confección de una plantilla en la que, con 20 jugadores con contrato en vigor, habrá que dar varias bajas para dejar hueco a los refuerzos deseados.