Una suerte de ‘dejà vu’ recorría la mente de los aficionados de la Sociedad Deportiva Ponferradina que se desplazaron masivamente a Lugo. No era cuestión del sol que a parte de ellos les ‘atacó’ durante buena parte del partido, ni siquiera de la resaca de la sensacional gastronomía lucense. Incluso con el color de las camisetas siendo similar, lo cierto es que bien pudieron creer que estaban viendo repetido el partido de su equipo de la semanada pasada en El Toralín ante el Mirandés, aunque incluso apurando el detalle con una imagen un poco peor de los suyos.Fue el mismo el resultado, un empate sin goles que no dejó contento a nadie. Fueron exactos los motivos en el lado berciano, que redundó en las cosas que viene haciendo bien, pero también en las que no le están saliendo tanto y que se identifican esencialmente con las dos facetas del juego, el ataque y la defensa. Atrás, volvió a ser la Ponferradina un equipo serio, resolutivo en los duelos y que cuando fallaba en todo ello disfrutó un día más de un portero de garantías. En el área rival volvió a sufrir el conjunto berciano sus propios pecados, la falta de mordiente que su propio entrenador destacó en la previa y que siguió sin solventar importando poco el nombre de los jugadores que ocupan esas posiciones con la misión de buscar el gol. El resultado, un empate que es el segundo consecutivo, el tercero en cuatro partidos y que, eso sí, acerca la permanencia a un solo encuentro, tres puntos de distancia que hacen creer... si se hace autocrítica y se solventa aquello necesario para marcar y ganar de nuevo.
Pero bien es cierto que en la situación en la que se encuentra el equipo berciano, más aún a domicilio, cualquier punto es bueno. También lo es que en casa del colista sabe peor de igual manera que valorando el global del encuentro la realidad es que no hizo más que el Lugo para llevarse la victoria como precisamente sí hizo la pasada jornada ante el Mirandés.
Derik tuvo la más clara para los bercianos, Cuéllar para los lucenses... y los porteros evitaron ambasDe hecho, y dadas sus circunstancias, fue el conjunto lucense el que quiso llevar durante más tiempo el peso del partido y el que de hecho pisó más área rival, aunque sin muchas más ocasiones que la Deportiva en un encuentro tremendamente cerrado. Nwakali volvió a ser el faro de los bercianos, pero no fue suficiente para que, especialmente por las bandas y ganando segundas jugadas, el Lugo inquietase la portería de Amir desde el inicio.
Un remate de Moyano que detuvo sin más problema Amir abrió la veda. El iraní tuvo superado el cuarto de hora la primera intervención seria sacando un disparo potente y raso de un activo Baena que salvó a córner. El ‘11’ del Lugo fue el más activo y de sus botas salió un nuevo disparo desde la frontal que se marchó alto y un remate en el corazón del área que corría el mismo camino tras adelantarse a un Pascanu que regresaba al once con más dudas que certezas.
Fueron más las llegadas del Lugo, pero más importantes las dos que tuvo la Ponferradina. No llegó la primera hasta los 20 minutos de partido con un remate de Edu Espiau a una falta lateral que el canario cruzaba demasiado. La más clara de la primera mitad fue, al borde del descanso, para Derik Lacerda, que ganando un balón al espacio se ganaba el espacio ante Alberto para rematar en el uno contra uno y sacar Whalley una gran mano que evitaba el tanto berciano.
Se llegaba por tanto al descanso con las buenas sensaciones que dejaba esa acción aunque con el análisis global de que necesitaba algo más la Deportiva si quería llevarse el partido sabiendo que, en caso contrario, un error podía costarle al equipo una derrota dura de digerir. Lo cierto es que no los cometió el conjunto berciano en la segunda mitad, pero tampoco encontró esa pólvora en ataque ni con los jugadores de inicio ni con los que entraron desde el banquillo, para poder lograr un premio mayor.
El empate permite a la Ponferradina quedarse a 3 puntos de la salvación tras sumar por cuarto partidoPorque se repitió el guión de la primera parte en el inicio de la segunda, con un Lugo que salió con un punto más y que pronto volvió a inquietar a Amir con un disparo lejano de Andoni López que sudaba para atrapar Amir. Ese aviso le sirvió a la Deportiva para dar un paso adelante, llevando peligro por banda. Hugo Vallejo lo probaba buscando el palo largo desde el pico del área y era sustituido para que entrase un Naím que también probó fortuna desde lejos aunque sin acierto.
Llegaba la Ponferradina con el apoyo del millar de aficionados que arrastró al Anxo Carro, pero lo hacía con más corazón que cabeza y sin ocasiones claras. Precisamente por alto llegaban sus aproximaciones, con Derik Lacerda y después Espiau a la salida de un córner, pero sin ni siquiera hacer que Whalley tuviese que intervenir.
Al contrario que en la primera mitad, fueron más los acercamientos bercianos, pero la más clara la tuvo el Lugo. Una pared de Cuéllar con Avilés permitía al boliviano plantarse con espacio dentro del área para disparar, si bien sus dudas llevaban a que Pascanu se le echase encima y desviase lo justo para que Amir detuviese el tiro sin problema.
Era esa acción, junto con un disparo inmediatamente posterior de Naím tras una buena acción de Lacerda, prácticamente con lo que murió el partido cuando aún quedaban 15 minutos de partido. Los cambios no tuvieron ninguna influencia a pesar de su vocación ofensiva y de hecho si algo pudo ocurrir fue que la Deportiva se complicase la vida en un balón largo que Amir, que ya había tenido la sangre fría de recortar a un delantero en la primera parte, sacase de cabeza en tres cuartos de campo para no preocupar en exceso a los suyos.
No dio por malo el empate la Deportiva en el tramo final, no encontró argumentos el Lugo para cambiarlo y así acabó un partido que deja a los bercianos a 3 puntos de la salvación. Toca hacerlo bueno la próxima semana... y las cuentas empezarán a salir.