Más allá de la derrota frente a la Real Sociedad B, la preocupación de la Ponferradina se centra en el estado físico de uno de los jugadores llamados a ser muy importantes en el centro del campo como es Nacho Castillo, que se lesionó en el último entrenamiento previo al debut liguero.
Máximo temor existe en el club berciano sobre lo que tenga el mediocentro, cuya lesión pintaba mal desde el primer momento, pues se dañó la rodilla él solo en un mal gesto y los gritos silenciaron el campo de entrenamiento, acudiendo de hecho a presenciar el choque liguero de este domingo ayudado por unas muletas.
Está previsto que sea este martes cuando se le hagan pruebas para conocer el alcance exacto de la lesión, confiando desde la Ponferradina en evitar al menos una lesión de cruzado que prácticamente le hiciera decir adiós a la temporada y que se quede en algún esguince de ligamento que le tuviera de baja unas semanas que dada la alternativa se darían por buenas.
De hecho en las últimas horas en el entorno del jugador existe optimismo sobre que así sea, ya que puede apoyar, si bien los nervios existirán hasta que se conozcan los resultados de una prueba que en caso de dar el peor de los diagnósticos obligaría a la Ponferradina a regresar al mercado antes de su cierre para reforzar el centro del campo.