Puede parecer exagerado decir, por perder el primer partido de un grupo de seis equipos en el que cuatro pasan de ronda, que te has puesto ya muy cuesta arriba la clasificación. Pero la realidad es que dado que Francia y Países Bajos parecen muy por encima del resto, y que para posibles desempates vas a ir ya con la rémora de la goleada sufrida, lo cierto es que así es para la selección española de balonmano.
Un inicio olímpico de pesadilla tuvo la leonesa Mireya González, que fue de lo mejor de España, pero no impidió que las de Ambros Martín naufragaran frente a Brasil, a quien habían ganado hace unos meses en el Mundial, pero que las pasó por encima derrotándoles por 11 goles de diferencia (18-29).
Mireya González, que fue titular y marcó el primer gol de España en los Juegos, que era a su vez el 250 de su historia con la selección, estuvo también atinada desde los siete metros para mantener a su equipo en partido aunque a remolque en la primera mitad, y acabó de hecho como segunda máxima goleadora del combinado nacional con cuatro tantos.
Mireya marcó el primer gol de España en los Juegos, que era el 250 de su etapa en la selección
Sin embargo, opciones a nivel colectivo de puntuar no hubo. El 10-15 con el que se fue España al descanso fue el inicio de la pesadilla que acabaría siendo el encuentro, con Brasil cogiendo nueve goles de renta en los primeros compases de la segunda, coincidiendo sea o no casualidad con que no estaba Mireya en pista, y no volviendo a haber nunca opciones pues las españolas ni siquiera se acercaron para poder soñar con la remontada histórica.
El margen de error pasa a ser ya muy reducido y en el próximo partido, este domingo a las 19:00 horas, España necesita ganar sí o sí a Angola, rival más débil sobre el papel del Grupo pero que plantó cara este jueves pese a su derrota a Países Bajos (34-31).