Es el Campeón de Campeones una tarde en la que pasan cosas y, además, pasan muy deprisa; ayer también. Estaban prácticamente todos los aspirantes, si excluimos al ya lesionado de larga duración Tomasuco que, no lo olvidemos, cierra el año invicto.
Y como pasan cosas pronto pasó la primera, en ligeros. La protagonizó Carlos Mondelo en la semifinal con el campeón de Liga y Provincial, Florián, que buscaba el año perfecto. Pero el de Santibáñez ha venido todo el año avisando de que es el mismo que ganó el mazapán cuando era casi un niño antes de irse al fútbol. Desapareció. Volvió por una causa noble, honrar a su amigo Jorge Iglesias y puede estar contento el berciano, allá donde esté, Carlitos se dijo ver. Pero después de Flori le esperaba Sergio López, tocado por la varita de la calidad, el futuro y una deportividad que engancha. Supo ganar, tal vez en Rubo o Héctor, sus entrenadores, y cierra otra temporada de esperanza. El año pasado, luchador revelación. Este año, Campeón de Campeones... Apunten este nombre.
Y para no abandonar las ‘sorpresas’— solo en el sentido de que no ganó el Campeón de Liga y Provincial— la segunda de la tarde llegó de la mano y la calidad de quien nunca es sorpresa que gane, tan solo tiene que hacer a su apodo, La Perla. Si está en Perla todo es posible. Y ayer estuvo en Perla/Perla, «luchó como los ángeles», en expresión de un antiguo campeón que sabe muy bien lo que es buena lucha. Y no era nada fácil, Adri también es mucho Adri, pero cuando Rodri... Bueno, se reparten la herencia de Tomasuco, dos para Adri y una para Rodri.
De los dos campeones de Liga que repitieron —La Roca y Kamikaze Pedro— donde más cera hubo fue en medios. Solo eran tres, todos contra todos, en el combate Moisés-Víctor Llamazares se cortaba la tensión, menos concesiones que el Vaticano al obispo del Palmar, con tarjeta incluida. Pero cuando a Moisés le entra el remolino de furia habitualmente remata la faena. Yayer lo hice, triplete para este luchador que sale a lo grande de una larga travesía del desierto en forma de lesión larguísima.
Y en pesados. Se nota que a Pedro Alvarado le dolió mucho la derrota en el Provincial, en su pueblo, ante los suyos. Yayer estar a su lado, luchando, era tan peligroso como cuando bufan esos toros que van a entrar a llevarse todo por delante.
Y se lo llevó.
Primero el título de pesados y el en Supercampeón había ganas de ver a ese Rodri en Perla con su amigo y alumno El Kamikaze.
Pero viendo ese combate no parecía ni amigo ni alumno. Estaba Pedro ‘como poseído’ y remató la tarde y la temporada volviendo a sacar esa sonrisa que le habían robado hace ocho días. En su pueblo. Eso le dolió.
Y fin, se acabó. El Ribera contra Montaña solo es la fiesta de la guinda... ¿para quién?
La ‘nomada’ Cabas hizo suya la gesta de Priscila
En la categoría femenina todas las miradas estaban puestas en Priscila Martínez, que buscaba una gesta que hasta ahora solo había logrado Miriam, que es mucho decir. Había dado un primer paso fundamental, ganar algún corro en las tres categorías, de hecho solo ella iba a competir (en masculina y femenina) en las tres categorías, lo que la obligaba a dar el peso en ligeros. Había dado el primer paso. Dio el segundo y el tercero: ganar en ligeros y medios. En ligeros, sin Bea, lesionada, se vio en la final con Ainoha; en medios fue una ‘nómada’, Estrella, la que no pudo evitar la segunda victoria de la tarde.
Ya había dado tres pasos. Y comenzaba la batalla final, en pesados, donde se ve en la semifinal con la actual campeona de Liga: Edi, La Gemela. Entrenan juntas, son amigas, y habían «pactado» ¿El qué?Que a luchar a cara de perro y que la lucha decida.
Y así lo hicieron. Fue un combate igualado, empataron de cara a la decisión final y cayó del lado de Pris.
Solo faltaba rematar. Y la tercera Nomada demostró que se habían dejado notar todo el verano y habían venido a dejarse ver nuevamente.
Se le puso bien la tarde. Priscila venía de darse una soba. Con peso de ligeros ante la luchadora de más peso y practicante de diversas luchas y experta en defensa personal. Se interpuso en la gesta de Priscila e hizo la gesta suya pues también hizo ‘doblete’ en el supercampeona ante una Pris de «bajona» y que ya había visto en la final de pesados que era una tarea que hay que abordar con mejores sensaciones.
La felicidad viaja a Madrid. Merecida.