
Si lo de Urritxe podía ser el peor partido de la temporada, todos estábamos muy equivocados. La Ponferradina se marchó de Tarragona con una goleada sonrojanteen ya de largo el peor partido de la temporada y aún quedan ocho más.
Y es que los bercianos comenzaron adelantándose en el marcador, con un gol de Mula en su ley del ex personal, y cuajando una primera parte más propia de un equipo que se lo juega todo y no del colista. Joan Oriol de penalti lo igualó todo antes del descanso y desde ahí, solo hubo un solo equipo sobre el Nou Estadi Costa Daurada, el Nástic de Tarragona.
Errores defensivos, falta de intensidad en cada acción dentro del área y una desconexión brutal fueron las claves de una Deportiva, que si lo de Lugo de la semana pasada fue un batacazo, se terminó quedando corto con el partido de Tarragona. En dos balones a la espalda, el primero en un pase de 70 metros, el Nástic se puso por delante, en una pérdida de Yeray y en un tres para uno, con Borja Valle, Jardí puso el cuarto y Antoñín puso el quinto en un balón parado, uno más en lo que va de temporada.
Mula adelantó a la Deportiva a los 20 minutos y un penalti muy claro de Carrique sobre Joan Oriol puso las tablas de nuevo antes del descanso
Día negro para la Ponferradina que además no solo se marchó goleada, sino que hubo más efectos secundarios, como caer de esta forma ante un rival directo, sino que pierde el 2º puesto y el average particular con los tarraconeneses que son ahora el perseguir del líder.
Y no todo comenzó siendo malo desde el inicio, de hecho los de Javi Rey se mostraron enchufados y creyendo en un plan de partido que a los 20 minutos le dio alas a los bercianos con el gol de Mula. Un robo de balón de Bustos en tres cuartos termina en las botas del catalán para, con un disparo fuerte al primer palo, poner el 0-1 en el marcador.
Desde ese momento, Andrés tuvo que aparecer en dos ocasiones en la misma jugada, salvando a su equipo una jornada más para evitar el gol del empate. Con el paso de los minutos todo se fue perdiendo y fue el Nástic el que dio un gran paso hacia delante hasta que consiguió su gran premio, el gol.
Una vez más los errores defensivos volvieron a ser claves, todo ello sin Ger Nóvoa en el centro de la zaga, igual que el día de Urritxe, pero con peor final
Tras varios jugadas buscándolo, Carrique se resbala dentro del área arrollando a Joan Oriol, cometiendo un penalti muy claro justo antes del descanso. Precisamente, fue el capitán el que lo transformó para el 1-1 antes del paso por vestuarios. Y fue en este momento, donde la Ponferradina desapareció por completo, desde entonces el resumen es muy sencillo: error de la Deportiva, gol del Nástic, así fueron los cuatro.
Además teniendo en cuenta la suplencia de un Ger Nóvoa, que también fue suplente en Urrtixe, los dos batacazos más grandes de la temporada, tienen un factor común. Andújar, Sibille y Lancho formaron la línea de tres atrás para liberar más el medio y la parte ofensiva, una donde no estuvo Yeray.
Pero la peor parte estaba todavía por llegar, además llegó en cuestión de 10 minutos. Primero Antonio Leal se inventa un pase de 70 metros a la espalda de la defensa berciana para que Narro con un control y una vaselina pusiese el 2-1. Mismo ‘modus operandi’ que en el tercero de Concha, balón a la espalda de Sibille, para que el extremo del Nástic sin oposición anote el 3-1. Dos acciones de debilidad defensiva, dos goles.
Buscando el empate entraron Yeray y Borja Valle, los protagonistas del cuarto gol del Nástic. Pero antes la tuvo Andújar de cabeza en una gran parada de Rebollo y Jardí le dio al larguero desde el centro del campo pillando a Andrés adelantado. Ya a la desesperada, entró Cortés para jugar con dos puntas y solo con Doué en el medio.
Dos balones a la espalda de la defensa, el primero de 70 metros, terminaron en el 2-1 y 3-1, en menos de 10 minutos
Y fue ahí donde tras una pérdida de Yeray y con la Ponferradina volcada, los locales hicieron mucha sangre. Tres para uno con Borja Valle como defensor, en el que Jardí recortó al berciano y batió a Andrés, para poner el cuarto y remontar el average del partido de ida. Y si ya parecía demasiado el castigo, todavía quedaba otro gol más de los locales y como no, en otra falta de intensidad defensiva. Córner al segundo palo que ni Sibille ni Carrique logran coger la marca de Antoñín, que completamente solo, cerró la goleada con el quinto y último tanto del encuentro.
La Ponferradina se vio muy superada desde el empate e hizo aguas por todos lados, cuajando el peor partido en muchos años y abriendo una gran crisis en el peor momento de la temporada, con ocho partidos para el final, el objetivo todavía sin conseguir y volviendo a los errores defensivos del inicio de la temporada. Partido para reflexionar para los de Javi Rey, que de nuevo le vuelven a ganar la partida.