La Ponferradina volvió a vivir una derrota dolorosa el pasado domingo en Tarragona, una muy parecida a la que ya sufrió hace algunas semanas en Urritxe frente al Amorebieta.
Y es que ambos batacazos tienen un factor común, la ausencia de Germán Nóvoa en el centro de la zaga berciana. Puede ser casualidad, pero viendo el liderazgo del jugador gallego, su importancia dentro del vestuario y con el entrenador y el gran nivel que está mostrando, las casualidades desaparecen.
El pasado domingo en Tarragona, Javi Rey decidió salir con defensa de tres, sorprendiendo a todos con la baja de Nóvoa en el centro de la defensa. Al igual que en Urritxe, la Ponferradina mostró una de sus defensa más débiles y como consecuencia de ellos, acabó siendo goleada por 5-1, siendo el peor resultado en los últimos 11 años.
El primer tanto es un error defensivo, el 2-1 y el 3-1, son exactamente iguales, pase a la espalda del central y gol y en el quinto, Sibille pierde la marca en el balón parado, tal y como ya pasó en Ourense. Cuatro errores defensivos, cuatro tantos.
En las dos derrotas más dolorosas de la temporada, 3-1 en Urritxe y 5-1 ante el Nástic hay un facto común, la ausencia de Nóvoa
Si se hace la comparación con el partido de Urritxe, donde también faltó Nóvoa, la defensa de la Deportiva, volvió a ser de las más flojas de la temporada. El primer gol llega en un saque de banda del rival y en una falta de intensidad defensiva, Masllorens anotó el primero de los tres desde fuera del área. El segundo llegó en una contra tras un córner de la Deportiva, el Amorebieta recupera, transiciona y sin cometer ninguna falta, los bercianos acaban recibiendo el segundo.
Por último, el 3-1 llegó en un error en salida de balón de Andújar que acabó aprovechando Ben Hamed ante la pasividad y la mirada de los defensores blanquiazules. Dos partidos con desastres en defensa, justo en los dos donde Germán Nóvoa salió del once y no disputó ni un solo minuto.