La selección española femenina de Balonmano sigue contando sus partidos en los Juegos Olímpicos de París por derrotas. El jueves era Hungría el verdugo de las ‘Guerreras’ (24-27), que volvieron a ver cómo se les escapaba en los minutos finales un partido tremendamente igualado y que deja ya matemáticamente sin opciones de jugar los cuartos de final a las españolas.
Fue bueno el inicio del conjunto español, que tomó las primeras ventajas e incluso obligaba a Hungría a parar el partido a los diez minutos (6-3). Acertadas como no habían estado los días anteriores y con buenas paradas de Merche Castellanos, el tiempo muerto sirvió para igualar la contienda (7-7) espoleado el conjunto húngaro por su guardameta, Blanka Biro.
De hecho, las magiares lograron ponerse por delante en unos minutos de bloqueo español que llevaban su desventaja hasta los cuatro goles. Los instantes finales de la primera parte sirvieron a España para recortar distancias y llevar el hándicao al descanso a solo dos goles (12-14).
España logró darle la vuelta a una desventaja de hasta 5 goles, pero un mal final volvió a condenarla
No fue bueno el inicio de segunda parte para España, que veía como volvía a irse la ventaja magiar hasta los cinco goles (14-19). Sin embargo, coincidiendo con la entrada de la leonesa Mireya González al campo anotando dos goles, las españolas dieron muestra de su garra y lograron un parcial de 6-0 con el que le daban la vuelta al marcador. La guardameta Nicole Wiggins aportó bajo palos para encontrar una España mucho más resoluta en ataque y volver a mandar en el marcador (21-20).
Sin embargo, no cesaron las ‘desconexiones’ en el equipo español y tras varias pérdidas y lanzamientos fallados, Hungría volvió a tomar una renta de hasta cuatro goles en los minutos finales que fueron ya definitivos hasta dejar el marcador en el 24-27 final. Ya sin nada en juego más allá del objetivo de no marcharse de París con cero puntos en su casillero, España se medirá mañana sábado (11:00 horas) a la anfitriona, Francia.
"Si nos dejamos llevar por estas sensaciones dejaríamos todas el balonmano"
La jugadora leonesa de la selección española de balonmano, Mireya González, reconocía tras encajar una nueva derrota ante Hungría la decepción tras escapársele una nueva victoria a su equipo: "Si nos dejamos llevar por las emociones que tenemos ahora mismo dejaríamos el balonmano, pero en el deporte igual que tenemos que tomarnos la victoria sin que seamos los mejores del mundo, en la derrota también tenemos que pensar que no somos las peores, hay que relativizar y Hungría quería los puntos, los ha luchado y han estado mejor que nosotras o les han salido mejor las cosas".
Sobre las claves que explican el resultado asegura que en todos los partidos "hay muchas cosas que sí que pueden sergenerales, pero luego cada rival juega sus bazas y hay que saber cómo gestionar a cada uno, creo que mejorando algunas cosas generales que nos pueden estar costando un poco podemos lograr una gran diferencia".
El objetivo que se marca ahora de cara a un partido sin ya nada en juego en lo clasificatorio es tratar de marcharse "con el mejor sabor de boca posible" ante la anfitriona Francia, "un partido bonito por la rivalidad que existe entre los dos países, por jugar en su casa y hacerlo en unos Juegos Olímpicos con un pabellón lleno, eso debe ser suficiente motivación para afrontar un partido de estas características más allá de que pueda quedar en unos puntos o no dejar el marcador a 0 para nosotras, creo que puede significar muchas cosas de cara al futuro hacer un buen partido o incluso ser capaces de ganarlo".