Regresó la fragilidad defensiva en el mejor momento. Cuando parecía que la Deportiva mostraba ya esa madurez capaz de no cometer errores groseros atrás, vuelve a tropezarse con la misma piedra. Lo dos goles ante el Ourense son erorres defensivos graves e impropios de la Deportiva de Barakaldo o la del Amorebieta en la última jornada.
La derrota llega en un momento de plena efervescencia con dos victorias seguidas y corta todo lo conseguido. Ernesto recortó distancias en un centro del Álvaro Ramón al segundo palo y desde ahí se vio otra Deportiva, la capaz de generar y avasallar a Marqueta, pero no consiguió el premio y se marchó de ‘O Couto’ con las manos vacías y la sensación de poder haberlo conseguido si se hubiera despertado a tiempo y no en los minutos finales.
Dos errores en las marcas, sobre todo en el segundo gol con Sibille perdiendo a Zalaya, castigaron a la Ponfe
En los primeros minutos el partido estaba calmado, con muchos duelos por arriba, eso sí y con una Deportiva cómoda, pero sin un rumbo con el balón en sus pies. El Ourense se mantuvo en repliegue los primeros minutos creando un gran bloque para salir a la contra y pillar por sorpresa a los de Javi Rey.
Todo hasta que los locales dieron un paso adelante y en un centro desde la banda de Andrada pilla a Nóvoa con él y a Sibille clavado en el área sin poder llegar al delantero, ahí es cuando Carbonell remata a placer de tijera para hacer el primero.
Otro error en las marcas, que además se repetiría más adelante en el segundo gol y otros dos goles que vuelven a lastrar los planes de la Deportiva.
La reacción al gol no fue la mejor, todo siguió más o menos igual, con el Ourense en repliegue y los bercianos con el balón, pero sin llegar a puerta. En toda la primera mitad los blanquiazules tan solo pudieron apretar a Marqueta en un remate flojo de Sibille de cabeza a las propias manos del guardameta.
La Ponferradina no apareció hasta el gol de Ernesto para el 2-1, pero la reacción fue demasiado tardía
En la segunda parte se esperaba una cierta reacción como ante el Amorebieta, pero en esta ocasión fue tardía, eso sí, con un Marqueta salvador para los locales en un asedio total de la Deportiva desde el gol de Ernesto.
La realidad no fue el final del partido, ya que el inicio de la segunda parte comenzó con varios sustos hasta que llegó el remate final. Tras dos largueros en la misma jugada del Ourense en un mínimo toque de Andrés, los locales en un balón parado, la gran tarea pendiente de la Deportiva, consiguieron anotar el segundo gol y en lo que parecía casi el final del partido, ante los mínimos acercamientos al área de Marqueta por parte de los bercianos.
En un saque de esquina Sibille pierde la marca y Zalaya remata a placer, el central argentino de la Deportiva sale en la foto de los goles, primero sin encimar a Carbonell y luego perdiendo la marca del atacante en el córner.
Marqueta lastró la remontada con varias paradas en los minutos finales, especialmente una doble
Desde ahí las cosas solo podían ir a mejor y de hecho así fueron, pero no tan bien como se deseaba. Primero fue Álvaro en probar a Marqueta y el portero se la ganó, pero con los cambios y una jugada espectacular de Yeray filtrando el balón para que Álvaro centrase y Ernesto rematase en el segundo palo los de Javi Rey encontraron el gol y lo apretaron todo. Ahora llega el momento de Marqueta.
Después del gol se vio otra Deportiva, sin imprecisiones, con tranquilidad con el balón en los pies y lo mejor de todo, generando ocasiones, que es lo que le había faltado en todo el encuentro. Primero y, en una de las más claras, Yeray se plantó mano a mano contra el portero del Ourense desperdiciando la ocasión, luego Nóvoa en un disparo muy flojo desde la frontal del área probó suerte y otro de Yeray que se marcha desviado y la gran jugada del partido, la doble mano de Marqueta en el minuto 88’.
Primero evitando un gol en propia y luego en una volea espectacular de Carrique que tras botar en el césped sale muy rápida y parecía que iba para dentro, pero Marqueta tenía otros planes. Derrota dolorosa por el desplazamiento de la afición, las formas de caer, pero sobre todo, por una reacción tardía que no se culminó.