Con la actual confección de la reducida plantilla del Ademar, si había un jugador con el que cualquier contratiempo era un drama que lastraba enormemente al equipo ese era Juan Castro. “Más vale que no coja ni un catarro”, se comentaba de hecho de forma habitual dentro del club. Pues la primera en la frente para el conjunto leonés.
Y es que según puede adelantar La Nueva Crónica, en el último entrenamiento celebrado en Ventas Oeste, al central leonés se le ha quedado clavada la rodilla durante un ejercicio, pues ni siquiera era una acción de juego, y sufre un esguince en el ligamento lateral interno, por lo que estará seguro ausente durante toda la pretemporada, si bien confía en llegar al inicio de liga pues el periodo estimado de baja es de un mes.
Del mal el menos, pues la acción hizo temer una lesión más grave. Se espera que esté un mes de baja
Un contratiempo enorme que pudo ser peor, pues la forma en la que se le fue la rodilla al jugador hizo temer una lesión aún mucho más grave hasta el mismo momento de conocer los resultados de las pruebas, y consecuencia directa del exilio al que se ve obligado el Ademar, que no puede entrenar ni en el Palacio por estar en obras ni en la Universidad al estar cerrada en verano. Eso les llevó a la pista de Ventas Oeste, que ya el día del primer entrenamiento despertaba recelo entre los jugadores de la plantilla que lo conocían, que aseguraban que iban a llegar lesiones.
Ni dos días tardaron. De hecho, minutos después de lesionarse Juan Castro, también hubo un susto con el canterano Samu Sáiz, que se quedó en nada pero provocó que Dani Gordo decidiera suspender el entrenamiento y no volver a ejercitarse en esta instalación, donde el problema llega al punto de que la pista se levanta al realizar cambios bruscos de dirección. Ante la escasez de opciones, ya que la única opción que les plantearon desde el Ayuntamiento fue el CHF, el Ademar ha decidido irse a entrenar a Navatejera, donde trabajará las próximas semanas con la esperanza de que al menos no lleguen más lesiones.