Activados por la proximidad del día o la cercanía de la noche los insectos acuáticos, principal alimento de las truchas, se dan cita en una generosa eclosión y este es el motivo de que sean muchos los pescadores que enfocan sus días de pesca solo al período del crepúsculo, son instantes naturales en su máxima belleza que el aficionado disfruta pescando.
La mosca, tanto ahogada como seca, es el señuelo por excelencia para pescar al sereno. Si pescamos en superficie es aconsejable manejar moscas que, por su tamaño y color, sean visibles para poder diferenciar las subidas a nuestro señuelo de las demás cebadas. La mosca seca es la que menos enredos produce al cobrar y soltar el pez, pero la pesca a la leonesa es seguramente más efectiva, ya que se suele emplear una cuerda con cuatro moscas antes de la boya y un rastro. Cada pescador tiene su modalidad preferida por su forma de pescar y efectividad. Es importante moverse muy despacio para no hacer esas ondas que viajan por el agua y espantan las truchas en esos momentos de constante actividad y aguas serenas.
La ley limita la práctica de la pesca desde una hora antes de la salida del sol hasta una hora después de su puestaEl sereno de mañana, cuando la naturaleza se empieza a desperezar, es uno de los momentos más placidos para el deporte de la pesca, el silencio invade un río encantado que nos ofrece su generosidad, y las truchas, mientras el sol se inventa el amanecer, comienzan a desarrollar su actividad y es entonces que las posibilidades de pescarlas aumentan considerablemente. Un buen sereno de mañana, a mosca seca o ahogada, puede resultar francamente emocionante, toda nuestra atención se centra en esa mosca que baja suavemente por la corriente del río y esperamos impacientes a esa trucha que la va a tomar con avidez.
Luego, poco a poco, según el sol vuelve a rebrillar las truchas se ocultarán, en sus refugios naturales, de la luz y los depredadores.
El sereno del atardecer es, con toda seguridad, el momento más pretendido por los pescadores. Ese período, en que el sol nos dice adiós regalándonos un cielo rojizo, coincide casi siempre con la mayor actividad de los peces provocada por esas eclosiones tardías de los insectos acuáticos que invaden el río. Las truchas, que durante el día habían permanecido escondidas, salen ahora al refugio del atardecer para alimentarse de todo aquello que se mueve por la superficie del agua. El pescador aprovecha ese período para presentar sus moscas a unas truchas confiadas y que harán que esos momentos sean inolvidables. Unas saltonas en la pesca a leonesa o un tricóptero, montado con pelo de ciervo, en mosca seca, pueden hacer de ese tiempo de pesca una fiesta. En esos minutos de gozo, cuando las sombras se apoderan del río, hay que evitar los enredos a toda costa, porque la falta de luz nos complicaría muy mucho el rehacer un aparejo con ciertas garantías.
Tenemos que tener en cuente que el artículo 58 de la Ley 9/2013 limita la práctica de la pesca al periodo comprendido desde una hora antes de la salida del sol hasta una hora después de su puesta.
El Campeonato del Mundo de pesca con mosca se celebrará en Asturias
La Federación Internacional de Pesca con Mosca (FIPS-Mouche) ha elegido España para el próximo Campeonato Mundial de Pesca de la especialidad.
La prueba, organizada por la Federación Española de pesca y casting, conjuntamente con la Territorial Asturiana, se disputará en el próximo mes de septiembre del presente año, supeditado a las condiciones sanitarias mundiales, previsiblemente en la última semana del citado mes. Se disputará durante cinco jornadas, con una sesión de competición diaria. El Mundial se desarrollará en aguas de los ríos Cares, Sella, Piloña y Narcea. El epicentro de operaciones será Oviedo, la capital asturiana, desde donde se desplazarán los participantes a las distintas sedes y sectores. Desde la organización se está trabajando con muchas ganas para recibir a la comunidad de pescadores y que puedan disfrutar de un Campeonato Mundial inolvidable.