Cuando un equipo arranca la liga con cuatro victorias y un empate, es que muchas cosas están funcionando. Pero entre los jugadores que más están brillando en este arranque liguero en la Cultural está sin lugar a dudas el extremo argentino Agustín Pastoriza Cacabelos, ‘Pibe’, que está marcando diferencias en el conjunto leonés.
Yendo hacia dentro desde el extremo derecho, la posición en la que más cómodo se siente y más rendimiento da pese a que es zurdo, el jugador está siendo diferencial y su papel se ve reflejado en los números. Tres asistencias en cinco partidos lleva el argentino, habiendo sido todas ellas decisivas puesto que han llegado estando el marcador 0-0 y sirviendo por tanto para desnivelar el marcador.
Fueron además a tres jugadores diferentes: a Manu Justo la del Lugo, a Escobar frente al Arenteiro y el domingo frente al Osasuna B a Luis Chacón, en una conexión que como bien refleja el estadista Pedro González el año pasado ya dio sus frutos, puesto que Pibe le dio tres asistencias al mediapunta en el Arenteiro.
Esas cifras colocan a Pibe como el máximo asistente de toda la Primera Federación, igualado con un jugador como Eudald al que se medirá el sábado puesto que milita en el Unionistas, y hacen que sólo haya tardado cinco jornadas en igualar a los máximos asistentes de la Cultural la temporada pasada, que fueron empatados con tres Muguruza y Bicho.
Asistió en tres registros del juego (falta, pase de la muerte y balón en profundida) y a tres jugadores diferentes
Además, se da la circunstancia de que las tres asistencias han llegado en diferentes registros del juego, puesto que la primera fue un pase en profundidad, la segunda en un lanzamiento lateral de falta y la última tras un pase de la muerte desde línea de fondo. Máximo rendimiento en 319 minutos para un Pibe que ha sido titular en cuatro de los cinco partidos, si bien en todos ellos acabó siendo sustituido, saliendo desde el banquillo en el que no estuvo en el once.
Fue frente al Zamora, cuando llegó a la cita ya al 100% pero después de haber estado tocado y entrenando a menor ritmo en algunos entrenos de la semana, lo cual pudo condicionar su presencia y la prudencia de Llona para sustituirle el domingo frente al Osasuna B, cuando estaba siendo el mejor de un equipo leonés que notó mucho su ausencia cuando Calderón entró por él.