En una Vuelta a León que ha tenido una contrarreloj, una etapa con seis puertos y otra que llegaba al durísimo Alto de los Ancares, sólo tres segundos han terminado separando al primero del tercer clasificado.Máxima igualdad y emoción para una de las rondas leonesas más igualadas de la historia, en la que un corredor de la tierra estuvo cerca de poder inscribir su nombre en el palmarés de la prueba, pero finalmente se tuvo que conformar con subir al pódium.
Y es que poco más pudo hacer el ciclista del Diputación Roberto Méndez por convertirse en el segundo leonés de toda la historia en ser profeta en su tierra y llevarse la Vuelta, algo que sólo ha conseguido Ricardo Ferrero en las 28 ediciones disputadas.
Atacó una y otra vez. En todas las etapas y también en la última, en la que el recorrido complicaba más que en la segunda o la cuarta el marcar diferencias. Sin embargo, finalmente se tuvo que conformar con un premio no obstante muy jugoso, el de terminar en tercera posición y subirse así al pódium final, en el que también estuvo como ganador de la montaña, corredor más combativo y mejor leonés.
Méndez seleccionó el pelotón en la primera subida y llegó a coger 20 segundos en la segunda, pero le cazaron Tres minutos le separaron del ganador. El día en el que un corredor nacido en Kenia como Chris Froome ganaba el Tour de Francia, León coronaba a un ciclista nacido en Sudáfrica. Porque fue Willen Jakobus, del Rías Baixas, quien se llevó el triunfo final, con sólo un segundo de margen con respecto a Juan Antonio López Mozar (Fundación Euskadi), que completó el pódium y provocó el triunfo más ajustado de la historia junto al de José Antonio Carrasco en el año 2006.
No varió finalmente la clasificación general la última etapa, de 118 kilómetros entre San Emiliano y Villablino, y en la que el triunfo fue para el campeón de España élite, el corredor del Euskadi Sergio Rodríguez.
No fue una jornada tranquila, sobre todo porque Roberto Méndez aprovechó cada resquicio que le daba el terreno para intentar asaltar el liderato. Así, ya en la primera subida al Alto del Rabanal, de sólo un kilómetro pero al 15%, desató las hostilidades e hizo la primera selección en el pelotón, dejando apenas 50 corredores en él.
El campeón de España élite aprovechó la vigilancia entre los líderes para fugarse con Bakvnenko y ganar al sprint Y en la cota más dura del día, el Alto de los Bayos, de nuevo se produjo el ataque del leonés, que en esta ocasión sí llegó a abrir hueco. 20 segundos fue lo máximo que llegó a coger. 20 segundos que le hubieran convertido en líder de la carrera. Sin embargo, los 36 kilómetros que separaban el puerto de la meta fueron demasiados y la aparición del viento de cara en las inmediaciones de Cabrillanes convirtió en imposible su aventura, provocando incluso que decidiera él mismo esperar a sus perseguidores y guardar fuerzas para buscar el milagro en la última subida al Alto de Rabanal a sólo kilómetro y medio para la meta.
Sin embargo, ahí ya nadie pudo escaparse. El líder Jakobus salió bien a todos los ataques y Méndez, muy fatigado, tuvo que conformarse con aguantar y asegurar el pódium.
Peleaban ya sólo por la general pues, justo tras capturar a Méndez, Sergio Rodríguez y el ruso del PaulinoVladislav Bakvnenko aprovecharon la vigilancia de los líderes, que sólo pensaban en la general, y se fugaron, llegando solos a meta en donde el sprint favoreció al corredor español.