Tumbar a uno de los 'cocos', esa era la misión del Clínica Ponferrada. Y vaya que si lo hizo, además de una de las maneras más épicas que se puede hacer, en el último segundo de partido. ¿El protagonista? Juan Hierrezuelo que en la última jugada del partido anotó la canasta que le hacía falta a los de Oriol Pozo para llevarse una victoria vital.
Un partido extraño de los bercianos con un gran desacierto en la anotación, tanto de dos como de tres, y eso le dio ventaja a un Melilla que se mostró superior, pero que no supo o no pudo matar el partido y todo se le vino en contra. 24-29 se llegó al descanso y en el tercer cuarto llegó la confirmación con 26 puntos, por los 16 de Melilla que hicieron creer, tanto que se terminó ganando, 59-58.
El mal porcentaje en el tiro perjudicó a los equipos en el inicio, de hecho se llegó a estar 3 minutos con el 0-0 en el marcador, hasta que apareció Melilla. Un inicio donde el rebote defensivo volvía ser una tarea pendiente, pero que se terminó mejorando hasta estar muy acertados. 9-14 en el primer cuarto y la sensación en el Lydia Valentín era que con mejorar la anotación el partido se ganaba.
Ponferrada no estuvo acertado en la antoción en la primera parte, pero supo cambiar el rumbo en la segunda para remontar
Mismo camino tomó el segundo cuarto, Melilla anotaba casi todo y el Clínica Ponferrada muy poco, de hecho los visitantes llegaron a ponerse de 9, pero mejorando mucho en defensa y con las anotaciones de Hierrezuelo todo quedó en un 22-29 al descanso. Tras él llegaría la mejor parte.
La calidad de Melilla y jugadores como Godspower, exblanquiazul, García desde la línea de tres o Jacobs y Soubey - Alley apareciendo en momentos claves, llevaron a poner en muchos aprietos a los de Oriol Pozo, todo ello sumado a la baja anotación de Samar a la que no están acostumbrados los bercianos.
El segundo acto lo cambió todo, comenzó el recital de triples de Morales que terminó con 3 de 5 y eso nada más empezar le dio mucho a Ponferrada, además el Chivi en otro triple pondría las tablas en el marcador 33-33. De esta forma llegó la primera vez la ventaja de los blanquiazules en el electrónico, con otro +3 de Hierrezuelo, el héroe de la noche.
En la última jugada del partido, desde la misma zona que en el derbi, Hierrezuelo anotó con el 57-58 en el marcador para ganar
Con la mejora en la anotación, concentración y liderazgo en defensa para coger los rebotes y la presión a Melilla hizo que se anotasen puntos muy seguidos ante la desesperación de los visitantes. Así se llegó al final de un partido de infarto, 57-58 a falta de 13.5 segundos y con los bercianos atacando.
Los fantasmas del derbi aparecieron en el Lydia Valentín, último ataque, segundo en el marcador y perdiendo. Samar cogió la posesión, se lió con el balón y casi termina por perderla, pero la salva en la línea del medio del campo para que Harguindey asistiese a Hierrezuelo que recibe solo en el mismo ángulo que Moncanut contra la Cultural... pero el argentino anotó.
La locura se desató en un Lydia Valentín que se puso de pie ante la piña blanquiazul que se formó en el medio de la pista del pabellón ante la remontada de los de Oriol Pozo. Victoria muy importante y necesaria para volver a mirar a la zona alta.