Estaba el partido en sus primeros compases de la segunda parte y parecía imposible que la Ponferradina perdiera 0-2. Pero era real. Como haciendo bueno el refrán de ‘a perro flaco, todo son pulgas’, los bercianos llevaban ya dos goles en contra pese a que el rival sólo había disparado una vez a portería y caían pese a dominar con mucha claridad, sobre todo en un gran arranque de encuentro.Pero en el fútbol los errores se pagan muy caros y los bercianos tuvieron dos, uno de Amir y otro de Pascanu, que desnivelaron un partido al que ya nunca pudieron volver los de Gallego, que acababan recibiendo un tercer gol a la contra en el tramo final y perdían 0-3 con el Cartagena, quedándose a seis puntos de la salvación tras encadenar su octavo encuentro consecutivo sin ganar.
Y eso que, de salida, a la puesta en escena sólo le faltó el gol, pues la Deportiva fue dueña y señora de los primeros compases, con una presión alta que les permitía recuperar rápido el balón, llegadas constantes al área rival y Agus Medina recordando al que brilló la temporada pasada y siendo el líder que marcaba diferencias sobre el campo.
La Deportiva arrancó muy bien, pero su peligro fueron tiros desde la frontal donde ni Naranjo ni Naim acertaron Eso sí, ocasiones muy claras tampoco es que crearan. Un tiro de Naranjo desde la frontal que se iba ligeramente a la izquierda recién cumplido el primer minuto. Un ‘zurdazo’ muy lejano de Naim que hacía un extraño en el aire y le botaba delante a Escandell, que en el suelo tiraba de reflejos para despejar el balón con el brazo. Otro disparo desde fuera del área de Naranjo que tampoco encontraba puerta.
Ese era el bagaje de una Ponferradina que sin embargo, en las pocas ocasiones en las que el Cartagena le inquietaba, dejaba dudas atrás. De hecho a la media hora Borja Valle llegaba a marcar tras rematar de primeras un centro de Calero desde la derecha, pero el tanto se anulaba por un clarísimo fuera de juego. Y en el tramo final de primera mitad, donde el partido empezaba a equilibrarse, de nuevo el delantero berciano de los visitantes se acercaba al gol, esta vez con un mano a mano que no legaba a meter y que en cualquier caso volvía a ser anulado por estar en posición irreglamentaria.
Acabaron siendo el preludio de la tragedia, pues cuando el descanso se acercaba llegó el 0-1. Recibía Jairo Izquierdo entre líneas, tiraba del balón con Castellano aguantándole en lugar de entrarle, y desde casi 30 metros se sacaba un ‘zapatazo’ potente pero a media altura hacia la derecha, en el que no estaba nada fino un Amir que ni se encontraba bien colocado ni medía bien los tiempos para lanzarse, y que acababa adelantando al Cartagena en el marcador.
Tras anularle un gol a Borja Valle, el Cartagena se adelantó con un zapatazo lejano de Jairo donde Amir pudo hacer más La situación ya era mala, pero lo peor para la Deportiva estaría todavía por llegar. Habían vuelto de vestuarios con ganas y buscando de nuevo mostrarse arrolladores de salida, pero les hundió uno de esos fallos inexplicables. Centró Borja Valle desde la derecha y, con un solo delantero buscando el remate entre tres defensas, lo que debía ser un despeje sencillo de Pascanu, sin nadie al lado en el área pequeña, acabó en el fondo de la red al rematarse el rumano hacia su propia portería.
Ahí se acabó el partido. El palo era demasiado duro y acabó con la fe de la Deportiva, que sólo soñó con recortar distancias con un disparo de Espiau dentro del área que Escandell se sacaba de encima a un cuarto de hora para el final, y que con su carrusel de bajas vio cómo pese a ir por debajo en el marcador, salvo la entrada de Lacerda el resto de cambios era para renovar casi al completo su línea defensiva, con debut de Chaklames y medio después incluido.
Pascanu se metió en propia un despeje sin nadie cerca. Espiau tuvo el 1-2 pero Sadiku sentenció tras un contraataque de tres para uno De nada sirvió porque de hecho en el minuto 81 la herida se agrandaba y, por si aún había alguna duda, el partido se cerraba con el 0-3 del Cartagena, en un contraataque donde ante la indolencia de los defensores para cortar la ofensiva Jairo tiraba del balón hasta acabar en un tres contra uno, en el que cedía a su derecha a Sadiku, que solo ante Amir definía por bajo.
Tuvo una falta al borde del área Nwakali para poner el gol del honor pero Escandell la sacó de su palo, dejando como definitivo un 0-3 que deja en la UCI a una Ponferradina a la que El Toralín despidió con una sonora pitada.