Ponferradina 1 - 0 Pontevedra: 'Isi devuelve la fe al Toralín'

La Deportiva vence por la mínima al Pontevedra gracias a un golazo del extremo, que decidió el partido con una genialidad / Los bercianos, a un punto de la zona de ‘playoff’

A. Cardenal
03/03/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Isi fue el autor del tanto que dio la victoria a los bercianos. | FRANCISCO L. POZO
Isi fue el autor del tanto que dio la victoria a los bercianos. | FRANCISCO L. POZO
Mientras hay Isi hay esperanza. La Deportiva volvió a la senda de la victoria ante el Pontevedra gracias a una genialidad del extremo (1-0), que volvió a demostrar que merece más protagonismo y galones de los que ha tenido en lo que va de curso con un tanto que deja los tres puntos –y ‘goal’ average favorable– en El Toralín ante un rival directo.

El ex del Murcia puso cordura cuando la locura amenazaba con hundir a los blanquiazules. Ya en la segunda mitad, cuando las buenas intenciones se empezaban a difuminar, el de Cieza salió al rescate con una jugada maradoniana que logró que la Ponferradina reconectase y fuese, por momentos, el equipo de la primera vuelta.

Porque tras el tanto de Isi se vieron algunos destellos de la mejor versión de los bercianos, un equipo vertical en ataque y solidario en defensa que supo sufrir ante el arreón final de los gallegos.

Y es que si bien el Pontevedra no estuvo especialmente inspirado en la faceta ofensiva, en los últimos minutos dio un paso adelante que se topó con un equipo comprometido que echó una mano a una defensa que en la primera mitad volvió a dar síntomas de fragilidad –especialmente a balón parado– , pero logró dejar su portería a cero cuatro partidos después.

Sin especular

En un partido de esos que valen más de tres puntos, Bolo no se guardó nada y salió con un once pensado para llevar la iniciativa. El técnico apostó por la dupla Yuri-Kaxe desde el inicio e Isi y Pichín en las bandas, una propuesta ofensiva que para funcionar necesitaba de una Deportiva enchufada y con la continuidad en ataque que no había tenido en las últimas semanas.

Y lo cierto es que los blanquiazules salieron con propósito de enmienda. El partido arrancó con la escuadra berciana encontrando espacios por los extremos y mucha más intensa en la presión. ¿El resultado? La Ponferradina conseguía asfixiar por momentos la salida de balón de los gallegos y llegaba con peligro a la portería de Edu Sosa.

De hecho, el primer aviso fue de los locales. Kaxe –que se encargó de todo el trabajo sucio y permitió que sus compañeros brillasen– conectó con Yuri en el área tras apurar la línea de fondo, pero el brasileño se quedó sin hueco tras un primer recorte y no pudo aprovechar el buen centro del vasco.

El Pontevedra no se arrugó y respondió al buen inicio berciano metiendo el miedo en el cuerpo, como no, a balón parado. La estrategia se ha convertido en todo un quebradero de cabeza para la Deportiva, incapaz de aprovecharla a su favor y condenada a sufrirla en contra. Así, en el primer saque de esquina la zaga blanquiazul no acertó a despejar un balón colgado al primer palo y la pelota salió lamiendo el poste tras pasearse por la línea de gol durante unos segundos interminables.

Tras el susto, el partido entre en una fase de ida y vuelta con escaso protagonismo de los centrocampistas y errores constantes en ambos equipos. Ante la falta de espacio e ideas por el centro, la Ponferradina buscó seguir explotando las bandas, aunque ante la falta de acierto, la desesperación convirtió el choque en un bombardeo indiscriminado a la caza de segundas jugadas.

Y casi sale bien. Isi monopolizó el ataque berciano y también tuvo la ocasión más clara del primer acto con un intento de vaselina tras recoger un tibio despeje de Edu Sosa que se fue fuera por centímetros.

El paso por vestuario no varió la dinámica. La Deportiva, totalmente volcada por los costados, no lograba crear verdadero peligro, aunque en defensa, tras un inicio algo titubeante, los blanquiazules respiraban con relativa tranquilidad.

Isi al rescate


Ante semejante panorama, el duelo parecía condenado a resolverse por una jugada aislada o una chispa de genialidad y, por suerte para la Ponferradina, en el vestuario hay talento de sobra. Incluso entre los actores secundarios.

Este curso los focos se han mantenido centrados, salvo contadas excepciones, en Yuri y Pichín, dejando que jugadores como Isi, que nunca se esconden y cumplen –con nota– en cualquier situación, pasasen inadvertidos. Hasta este domingo. En un mar de pérdidas, malas entregas y balones sin sentido, el extremo tuvo la seguridad y la calidad para coger un balón ‘a priori’ sin peligro, empezar a sortear todo jugador gallego que le salió al paso, colarse en el área y sacarse un latigazo cruzado imposible para Edu Sosa.

Lo único criticable fue que llegó demasiado pronto. Pese a que la Deportiva, tras el tanto, se vino arriba y llevó la voz cantante buscando la sentencia, conforme el reloj se empezó a quedar sin tiempo la ansiedad y la tensión terminaron apoderándose de los bercianos.

Y el Pontevedra dio un paso adelante. El conjunto gallego se lanzó a por el empate a la desesperada, con Adrián León a lo Alexanco, pero se estrelló con un Gazzaniga imperial en el juego aéreo que amarró tres puntos que devuelven la fe a la capital berciana.
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