Desde la solidez defensiva acostumbran a sellarse las salvaciones de los equipos que luchan por la permanencia, pero hasta ahora en la Ponferradina había brillado por su ausencia, siendo más bien protagonistas los errores atrás que costaban disgustos y muchos puntos.Pero por fin la escuadra berciana parece haber encontrado el camino. Por primera vez en la temporada enlazan dos porterías a cero los bercianos y le valen para sacar cuatro puntos en cuatro días, pues si el jueves le sirvió para empatar en casa del Levante este domingo le permitió imponerse 1-0 a un rival directo como es el Lugo.
Tres puntos de oxígeno y tranquilidad suma la Deportiva, que logra el primer triunfo de la ‘era Gallego’ gracias a un partido trabado y con escasas ocasiones, en el que los bercianos aprovecharon un error defensivo lucense para marcar en una de las tres que generaron, y Amir volvió a ‘volar’ para evitar el empate en la única clara del rival que concedió la zaga berciana.
Fueron las claves de un triunfo sellado recién pasada la media hora, cuando la Deportiva encontraba el premio de un gol que si alguien había buscado era la escuadra berciana. Ya antes había salvado Whalley el gol de Yuri, con una buena mano para repeler el zapatazo que dentro del área y tras controlar un pase de Espiau se había sacado el brasileño. Y además habían reclamado dos penaltis los de Gallego, de esos que se mueven en el ‘territorio gris’ que implica el contacto leve donde el árbitro debe decidir si es suficiente o no para señalarse, uno por agarrón sobre Agus Medina y otro por pisotón a Espiau que no fueron señalados.
Whalley salvó al Lugo con dos grandes paradas: a un ‘zapatazo’ de Yuri con 0-0 y a Ojeda en una contra con 1-0 Pero cuando llegó el ‘regalo’ de la zaga del Lugo, la Ponferradina no lo desaprovechó. Porque fueron a cortar Alberto y Lebedenko un pase largo de Agus Medina y ambos se molestaron y dieron al aire, dejando con ello además que recibiera solo dentro del área un Ojeda quede primeras daba un perfecto pase de la muerte hacia el segundo palo, donde Naranjo aparecía para empujar a puerta vacía el balón al fondo de la red.
Lo más difícil, abrir la lata, estaba hecho. Ahora había que mantenerlo... y ahí la Ponferradina estuvo de diez, concediendo en los 95 minutos de encuentro un único tiro a puerta, con Pascanu y Amo imperiales en el centro de la defensa, un Diéguez rindiendo a gran nivel en su reconversión por las bajas a mediocentro defensivo y un Agus Medina siendo el dueño del centro del campo en su mejor versión de la campaña.
Dos defensas dieron al aire al ir a cortar un pase y dejaron solo a Ojeda, que dio el pase de la muerte que trajo el gol ¿Lo único que le faltó a los de Gallego? Fue haber aprovechado los espacios que dejó el Lugo para haber ‘matado’ antes el partido o al menos generado alguna ocasión más para ello. Sólo una clara hubo, a los ocho minutos de la segunda parte, cuando la contra sí funcionó y Ojeda y Yuri se plantaron en un dos contra dos contra la zaga, con el extremo encarando al arrastrar el brasileño al defensor y soltando tras pisar área un disparo potente que se encontró con la buena intervención para despejar de un Whalley que fue el mejor del Lugo.
Eso hizo que tocara sufrir, porque por bien que estuvieran atrás un solo despiste o acierto del rival lo cambiaba todo. Y encontró su ocasión el Lugo en el minuto 71, cuando un centro lateral desde la derecha de Loureiro fue perfecto a la cabeza de Señé, que le ganaba el salto a Agus Medina y conectaba un gran testarazo que iba pegado al balo y además botaba antes, pero ante el que aparecía la mano salvadora de Amir, que se lanzaba para llegar a tocar el balón y enviarlo a saque de esquina.
El Lugo solo tiro una vez a puerta, en un centro lateral que Señé cabeceó picado y Amir voló para sacar a córner Los nervios, más por lo que se jugaban ambos equipos, siguieron hasta el final. Se vieron cuando Naranjo, estando ya en el banquillo tras ser sustituido, era expulsado en un error que deja a los bercianos sin sus servicios para la próxima jornada. Pero no en el césped, donde el Lugo acabó ‘achuchando’ pero sin probar a Amir, finalizando el encuentro con un centro-chut de Cuéllar que se iba fuera por poco.
La progresión ya no es sólo de sensaciones, sino también de puntos. Y estos tres sirven además para salir de unos puestos de descenso a los que la Ponferradina confía en no volver a regresar.