No es fácil en el fútbol que un equipo esté bien los 90 minutos de partido y es por es que evitar que el rival te penalice cuando el campo parece estar girado a su favor es tan importante como castigarle cuando ocurre al contrario.
Este sábado a la Ponferradina le pesó demasiado lo primero, concedió dos goles en una gran primera parte del Sporting de Gijón en El Toralín y su buena reacción tras el descanso no fue suficiente para compensarlo, permitiendo al conjunto asturiano y a los más de 1.000 aficionados que arrastró consigo conquistar El Toralín e infligir al conjunto berciano su segunda derrota consecutiva.
Conclusiones negativas y también positivas las que se puede llevar la afición berciana y el propio José Gomes del encuentro. Para las primeras, sobra echarle un ojo a esos primeros 45 minutos de partido en los que no solo sufrió mucho la Deportiva para hacer daño a su rival, sino que también lo hizo para aguantar sus acometidas sin que estas fueran demasiado elaboradas. Porque quiso el balón el conjunto berciano e incluso Lacerda apunto estuvo de adelantar a los suyos en los primeros 5 minutos de partido en una acción de ‘listo’ que salvó Mariño. Sin embargo, el Sporting parecía sentirse cómodo en su papel de aguantar atrás y salir rápido en la transición, algo que unido a las imprecisiones de la Deportiva superado el centro del campo permitió a los asturianos hacer daño.
Dos errores defensivos pusieron al Sporting con 2 goles de ventaja en menos de 5 minutos de partidoEn 5 minutos trágicos prácticamente tiró por la borda el partido la Ponferradina, en gran parte por su fragilidad defensiva. Un centro desde la izquierda de Cote encontraba completamente solo en el segundo palo a la espalda de Moi Delgado a Juan, que con un remate nada sencillo cruzaba el balón a la perfección para ponerlo pegado a la cepa del palo lejos del alcance de Amir. El 0-1 castigaba a la Deportiva, que sufriría prácticamente de forma inmediata otro bofetón de nuevo en un balón parado. Gragera ganaba la posición y superaba en el salto a Naranjo para rematar un córner a bocajarro y hacer el 0-2 a los 25 minutos de juego, un golpe que dejaría noqueado a los de Gomes.
Porque incapaces de ser eficaces en ataque y muy desacertados en la última decisión, tal y como demostró Paris en lo que fue prácticamente un mano a mano ante Mariño, Djuka ponía en jaque a la zaga berciana una y otra vez. El desacierto del ariete, que mandó alto un centro de Juan, el buen hacer de Amir y una posición ilegal evitaron un mal mayor al descanso.
Necesitaba una reacción la Deportiva en la segunda mitad y José Gomes así lo vio, apostando por dos de los recién llegados de inicio. Su apuesta por un Aldair cuya actuación le deja en entredicho y por un Edu Espiau desaparecido no funcionó y Heri Tavares y Hugo Vallejo debutaban de blanquiazul para tratar de cambiar las cosas.
No fue directamente obra suya, pero sí es cierto que quizás por el paso atrás que dio el Sporting buscando guardar el resultado, la Deportiva ganó metros y eso le permitió comenzar a inquietar la portería de Mariño, sabiendo del mismo modo que un error más dejaría el encuentro visto para sentencia.
Agus Medina recortó distancias y Lacerda tuvo un mano a mano para hacer el empate a 2 en el minuto 87Sin demasiada claridad, con apenas un par de disparos lejanos de Pascanu y Diéguez como oportunidades más claras, una acción aislada permitió que los bercianos volvieran a meterse en el encuentro. Un balón filtrado para Derik Lacerda lo ganaba y protegía el portugués para a la media vuelta encontrar en su pase a Agus Medina en el punto de penalti y lograr el medio centro, casi a placer, un 1-2 que hacía creer al Toralín en que al menos se podía lograr el salvar un punto dadas las circunstancias.
Le restaban aún 20 minutos al encuentro y la Ponferradina creyó en lograrlo. Peleó el conjunto berciano, quemó sus naves Gomes con el debut de Lukaku y Raúl Arias así como el importante regreso de Erik Morán, pero fue una sociedad que parece ya más que establecida en este inicio de temporada la que a punto estuvo de darle el empate.
Porque Nwakali, que apenas había sido capaz de ver los espacios durante el partido, encontró una vez más a Derik en la carrera y el brasileño obligó a que Rosas e Insúa se complicaran la vida para dejarle solo ante Mariño, que salvaba un mano a mano que cierto es que el ariete podía haber resuelto mejor.
Asomaba ya el tiempo de descuento y esa acción parecía ‘matar’ definitivamente el partido, si bien es cierto que aún habría tiempo para que la ‘Mareona’ terminase de cerrar la que entonces ya era su fiesta. Contó con la ayuda de Amir, que controló mal una cesión que a punto estuvo de colarse en la portería. Salvado el primer envite, en su intento de hacerlo se quitaba de encima el balón regalándoselo a un Zarfino que aprovechaba la invitación para hacer el que sería el definitivo 1-3.
Debe sacar por tanto muchas conclusiones la Deportiva de este partido, quedándose con la reacción y sabiendo que no puede volver a pagar tan caros sus errores, con el objetivo de dejar la portería a cero muchos meses después casi como una obligación desde la que construir.
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03/09/2022
Actualizado a
04/09/2022
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