Solo faltó un suspiro para tumbar al líder. La Deportiva empató (2-2) ante el Eibar en El Toralín en un partido con dos partes muy diferenciadas. Durante la primera hora de encuentro, y mientras duró la gasolina, el conjunto berciano dio un verdadero recital, empequeñeciendo a un rival que en algunos momentos fue incapaz de demostrar el por qué de su liderato.
Cuando las fuerzas flaquearon y el equipo vasco tuvo por fin libertad para hacer lo que tan bien se le da, con Aketxe sirviendo y Llorente y Fran Sol de caza en el área, la Ponferradina se derrumbó y tuvo que conformarse con un empate, el cuarto de forma consecutiva, que cualquiera hubiera firmado cinco minutos antes del arranque del choque, pero que tras una primera parte para enmarcar y un 2-0 en el marcador a falta de apenas un cuarto de hora, sabe a poco.
Porque el partido no pudo empezar mejor. Enrich parece haberle cogido el gusto a eso de amargarle la existencia a los que llegan tarde al Toralín y, aunque no pudo batir el ‘récord’ del día del Ibiza, solo necesitó cinco minutos para hacerle un roto a su ex equipo con un voleón que le dobló las manos a Yoel, amargándole el regreso a los terrenos de juego tras dos meses esperando una oportunidad.
Con el marcador a favor y el conjunto armero todavía ‘grogui’, la Deportiva se hizo con el timón del partido, impuso su ritmo y se lanzó a la búsqueda de ese gol de la tranquilidad que tanto había echado de menos las últimas semanas. Como si hubiese tenido opción. A un duelo al que el 90% de los entrenadores de la categoría -y también de Primera, para que engañarnos- habría acudido con el autobús, Bolo salió con el Ferrari. Naranjo, Espiau, Yuri y Enrich compartieron titularidad, una propuesta ultraofensiva en la que no hay margen para la especulación.
Y también dieron la talla en defensa. Si por las bandas tanto Naranjo como Espiau se multiplicaron para echar una mano a Paris y a Pujol, Yuri y Enrich fueron clave en las acciones a balón parado, con el brasileño salvando sobre la línea un remate de Venancio a la salida de un córner.
Fue una de las escasas concesiones de una Deportiva que firmó un arranque sobresaliente tanto en lo colectivo como en lo individual. Porque para jugar con cuatro delanteros y no morir en el intento hay que tener dos ‘miuras’ en la medular y Bolo los tuvo. A la enésima exhibición de Erik Morán se le sumó el que probablemente haya sido el mejor partido de Paul Anton, barriéndolo todo en defensa y con mucho peso en las acciones de estrategia.
Pero el rumano no fue el único en querer protagonismo. Con Eibar y Ponferradina en un mano a mano de los que hacen grande la Segunda División, Moreno Aragón vio la oportunidad de ganarse unos minutos de fama y cual diva descarriada tiró de repertorio para dejar claro que, como diría Mariano, cuanto peor para todos, mejor para mí.
Pero ni el show del colegiado andaluz, incluidas dos amarillas absurdas, cambios de criterio constante y la inexplicable expulsión de Saverio en el banquillo que casi acaba con Bolo en comisaría, frenaron a una Ponferradina que se vino arriba ante la adversidad. Así, al filo del descanso Yuri ponía patas arriba el Toralín con un cabezazo tras un centro medido de Paris que, aún con 45 minutos todavía por delante, parecía dejar el partido bien encarrilado.
El paso por vestuarios no cambió la dinámica. Ni el órdago de Garitano con la salida de Llorente amedrentó a una Ponferradina que acarició el tercero en el arranque de la segunda mitad, primero con una doble ocasión de Naranjo y Espiau que sacó Yoel y después con un disparo cruzado de Paris que se marchó rozando el palo.
Con el paso de los minutos y obligado a asumir riesgos, el Eibar dio un paso adelante y fue comiendo terreno poco a poco a una Deportiva a la que, lejos de estar incómoda, en un principio pareció disfrutar con espacios y metros para salir a la contra.
Pero se acabó la gasolina, el Eibar se enchufó y todo cambió. En el momento en el que Aketxe entró en escena los visitantes empezaron a crear peligro de verdad y Llorente recortó distancias con un testarazo marca de la casa que espoleaba a un Eibar al que el exceso de revoluciones a punto estuvo de pasarle factura.
El ex internacional veía la roja tras un pisotón en el tobillo de Paris, que solo unos minutos antes había recibido otra feísima entrada de Tejero, y ponía en ‘jaque’ una remontada que terminaría llegando a última hora.
Porque ni con superioridad numérica pudo respirar una Deportiva a la que se vio agotada en la recta final. Tras los avisos de Edu Expósito y Aketxe, Fran Sol, ya en el descuento, aprovechó un inoportuno resbalón de Copete para marcar el segundo y dejar sin premio a una Deportiva que trató de reaccionar y a punto estuvo de volver a marcar con un remate de cabeza de Baeza, pero tuvo que conformarse, una semana más, con el empate.
Ponferradina 2 - 2 Eibar: 'A un suspiro de tumbar al líder'
La Deportiva, que iba ganando 2-0 al descanso, empata ante un Eibar al que dominó durante una hora pero logró remontar en la recta final con los goles de Llorente y Fran Sol
20/03/2022
Actualizado a
20/03/2022
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