Cuando un equipo está en estado de gracia poco importa lo que pueda pasar en los 90 minutos de un partido, porque ocurra lo que ocurra, la confianza siempre va a encontrar el camino para que todo vaya bien. Y en esas estas la Ponferradina, viviendo un sueño de verano que quiere alargar lo máximo posible y que por el momento mantiene le lleva a contar 9 puntos de 9 posibles en un inicio de temporada inmejorable.Porque volvió a ganar la Ponferradina y volvió a hacerlo ante uno de los favoritos al ascenso a Primera División, lo que sin duda empezará a hacerse preguntar a más de uno si es que los bercianos no ocupan ese mismo estatus. Argumentos están mostrando y es que volvieron a anular a un 'coco' como el Girona, que no encontró la manera de igualar el tanto inicial de un Yuri que mantiene el imán del gol y, cuando tras mucho esfuerzo lo hizo, vio como la reacción fue inmediata.
Y es que con un Toralín con 3.000 personas que empujaron como un campo lleno, la Deportiva salió a comerse el partido y a los 3 minutos ya lo tenía de cara. Una llegada de Ríos Reina por la izquierda permitían al lateral alcanzar la línea de fondo y que en el mar de cabezas que esperaban en el área el balón encontrase, quién si no, la de Yuri de Souza. El brasileño hacía su segundo tanto de la temporada para hacer estallar de júbilo a los suyos.
Pero quedaba un mundo por delante y lo cierto es que tuvo que sufrir mucho el equipo berciano. El Girona se hizo con el mando del partido, pero no encontró la manera de alcanzar con claridad la portería de Amir y, cuando lo hizo, encontró enfrente a un portero iraní que ya es todo un ídolo en Ponferrada. Los bercianos, bien organizados atrás, esperaron su oportunidad al contraataque y llegaron a tenerla en las botas de un Yuri que no pudo rematar su faena.
Así llegó el partido a la segunda parte, que mantuvo exactamente el mismo guión de la primera. Las intervenciones de Amir fueron numerosas, la más clara a un Stuani al que la zaga supo sacar del partido. También las tuvo la Ponferradina, que tampoco encontró la manera de batir a Juan Carlos y veía como el Girona hacía cada vez más méritos para igualar el encuentro. Tanto fue el cántaro a la fuente que terminó rompiéndose con una pizca de fortuna. Un buen balón de Samu Saiz, el mejor de los catalanes, no podía despejarlo de forma contundente Amo y le caía a Bustos para que el argentino regatease bien al guardameta iraní y marcase a puerta vacía.
Un jarro de agua fría a 8 minutos del final que ni mucho menos mojó a la Deportiva, que prácticamente en la siguiente jugada encontró la respuesta devolviéndole el fútbol la fortuna que le había quitado instantes antes. Dani Ojeda se encontraba un balón en la frontal y le pegaba a puerta, dando el balón en la pierna de Juanpe lo necesario para batir a Juan Carlos. El Toralín vivía el sueño de otra noche de verano, que parece ser el tema central de un centenario que ha comenzado de la mejor manera posible.