La Deportiva espantó sus dudas a base de goles. El conjunto berciano puso fin a una racha de tres jornadas sin ganar goleando al Valladolid B (5-0) en un partido que se puso de cara muy pronto.Tres minutos le costó a los blanquiazules derribar el muro visitante. Isi, que había estado tocado, allanó el camino de la victoria con un misil desde la frontal que convirtió la ansiedad en ambición.
Y es que salvo unos minutos de bajón en la recta final del primer acto a los que Yuri puso fin con un gran gol, la Ponferradina fue superior e incluso se permitió el lujo de gustarse, especialmente tras el segundo tanto del brasileño. El ariete volvió dejó claro una vez más que lleva el gol en la sangre y convirtió la última media hora en un trámite que la Deportiva aprovechó para recuperar sensaciones que parecían perdidas. Y para conseguir su segundo ‘hat-trick’ de la temporada.
A diez minutos del final, el brasileño puso el broche de oro a su partido y devolvió la sonrisa a un Toralín que sigue siendo inexpugnable y que aún tuvo tiempo para celebrar un gol más, el de Espina, para cerrar la ‘manita’.
Inicio soñado
La Deportiva empezó el partido ante un escenario prácticamente inmejorable. Las derrotas de Castilla y Sanse permitían que, en caso de victoria, los blanquiazules se quedasen mano a mano con el Fuenlabrada en lo más alto de la clasificación, un ‘caramelo’ demasiado apetecible como para dejarlo pasar.
Ya fuera por la ambición de aprovechar los tropiezos de dos rivales directos o por las ganas de poner fin a una racha de tres partidos sin ganar –y sin marcar–, los bercianos saltaron al césped con el cuchillo entre los dientes y ganas de dejar claro que lo de las últimas semanas había sido algo pasajero.
Para la ‘reconquista’, Bolo recuperó a Son y Sielva y finalmente pudo contar con Isi, que había sufrido unas molestias a lo largo de la semana que habían puesta en duda su participación. Si bien el técnico ha evitado usar la plaga de lesiones de las últimas semanas como excusa, este domingo, con un once ‘reconocible’, la Ponferradina tardó tres minutos en poner fin a su sequía.
Fue precisamente Isi el que abrió la lata. El extremo recogió un balón en la frontal del área y se fabricó el espacio justo para sacar un latigazo imparable a la escuadra. No fue una genialidad aislada. El extremo se echó el equipo a la espalda en los primeros minutos de partido y cada vez que la pelota pasó por sus botas la zaga pucelana sufrió.
También ayudó a brillar al ex del Murcia la vuelta a los orígenes de los blanquiazules. En las últimas jornadas el equipo berciano había perdido garra y no lograba recuperar tantos balones como en las primeras jornadas con una presión asfixiante que se había convertido en una de las señas de identidad de la nueva Deportiva de Bolo.
Así, salvo un disparo lejano de Jardel que terminaba atrapando con algún que otro problema David Gómez, las ocasiones fueron para los locales. Ríos Reina casi sorprendía a Samu con un centro-chut que lamía el larguero y poco después el guardameta evitaba que Yuri dejara el partido encarrilado sacando una buena mano a un disparo cruzado del brasileño.
Del posible empate a la goleada
No todo fue de color de rosa. Con el paso de los minutos el Valladolid B dio un paso adelante y provocó las primeras dudas en los blanquiazules, más imprecisos que en el arranque de partido.Sin embargo, esta vez acompañó la suerte que venía dando la espalda demasiado a menudo. Cerca ya del descanso y apenas unos instantes después de que Alberto enmudeciese El Toralín con un lanzamiento de falta que se paseó por la línea de gol tras tocar en los dos palos, Yuri encarriló con una jugada marca de la casa.
Aunque medio gol fue de Saúl –el canterano vio el desmarque del brasileño antes que nadie y puso un balón medido a la espalda de la defensa–, el ‘pichichi’ blanquiazul tuvo la sangre fría para resistir la carga a la desesperada de los centrales blanquivioletas y batió a Samu con clase.
Tras el paso por vestuarios y sin necesidad de correr riesgos, la Deportiva dejó el timón del partido al Valladolid B y esperó para rematar a la contra. No hubo que esperar mucho. Yuri sentenció el choque con todavía media hora por delante aprovechando un fallo de entendimiento entre el portero y la zaga y dio comienzo a un vendaval.
Con los tres puntos en el bolsillo, la Ponferradina soltó amarras y aprovechó la bajada de brazos del filial blanquivioleta para espantar dudas.
Yuri, a diez minutos del final, selló su ‘hat-trick’ con sombrero incluido a un defensa antes de batir a Samu y Espina cerró la goleada con un buen remate de cabeza tras una falta lateral.