La enfermería es uno de los principales dolores de cabeza de la Ponferradina en estos primeros meses de competición. Ya desde pretemporada, con diversos problemas físicos menores y la grave rotura de ligamento cruzado anterior de Nacho Castillo, Javi Rey ha tenido que lamentar continuas bajas que incluso en alguna ocasión le han imposibilitado tener efectivos suficientes como para completar las sustituciones.
En estos momentos el equipo se encuentra recuperando a varios futbolistas que se habían perdido numerosos compromisos, tales como Borja Fernández, Ernesto Gómez, Oliver Jürgens o Germán Novoa. Los casos de los tres primeros han sido más rápidos y, aunque aún no estén al 100%, ya han vuelto a las convocatorias y a disfrutar de minutos, mientras que el excentral del Arenteiro podría regresar a los entrenamientos en los próximos días.
Por otro lado, una de las situaciones que mayor incertidumbre generaban era la de David Andújar. Tal y como explicó Rey en una rueda de prensa, el defensor sufría dolores en la planta del pie que le impedían jugar. Por ejemplo, en el Reino de León se pasó unos cuantos minutos calentando pero tuvo que frenar, y en Copa del Rey únicamente pudo ingresar al terreno de juego en la prórroga para terminar la eliminatoria. Por ello, se sometió a unas pruebas médicas que, afortunadamente, no han advertido una lesión importante.
De este modo, el zaguero se encuentra solventando esas molestias que todavía le harán perderse la visita a Lasesarre, pero la próxima semana, si todo va bien, ya regresará al Anexo Jesús Tartilán para ultimar su puesta a punto. Su juego aéreo y jerarquía son esperados como agua de mayo por un equipo que, precisamente, se encuentra sangrando en las jugadas a balón parado por falta de contundencia.