Quedan 20 minutos para terminar el partido y las cosas pintan muy mal para el Abanca Ademar. Y no sólo por el resultado, que también, pues el Puente Genil manda de cinco goles (22-17) en el marcador, sino por las sensaciones.
Ni una sola vez ha ido por delante en el partido el conjunto leonés, que ha visto cómo en el tramo final de la primera mitad los andaluces han abierto su hasta entonces reducida brecha para irse 15-11 al descanso, y han seguido su línea ascendente en el arranque de la segunda parte para coger la que acabaría siendo su máxima ventaja.
Pero hay algo que sólo ha tardado tres semanas de competición oficial en dejar claro este nuevo Ademar. Que nunca deja de creer, vaya como vaya el partido. Que tiene alma para levantar situaciones complicadas y fe para confiar en ello. Porque si en Braga tras ir 8 abajo consiguió regresar con sólo dos de desventaja a León, donde acabó por darle la vuelta a la eliminatoria, el estreno liguero trajo consigo una nueva remontada de la escuadra ademarista, que terminó imponiéndose por 29-31 en la pista del Puente Genil.
Lo hizo además con protagonistas inesperados. Y por encima del resto hay que destacar sin duda a Álvaro Pérez, que levantó a su equipo echando la trapa a su portería, algo que empieza a no ser noticia sino continuidad del tramo final de la temporada pasada.
Con empate a falta de minuto y medio, Lodos marcó 2 goles y en el medio Álvaro detuvo un penalti
Porque tiene 19 años, pero a veces parece un veterano. No estaba marcando diferencias Saeid, con su habitual menor rendimiento a domicilio, pero la entrada en escena de Álvaro catapultó a su equipo, terminando con un espectacular 55% de acierto tras hacer 10 paradas.
Cinco de ellas fueron en un momento clave, cuando en diez largos minutos el Ademar sólo encajó un gol en juego y otro de penalti, con un parcial de 1-5 dentro de ellos que redujo a cero la renta y devolvió al marcador el empate (24-24) a 11 minutos para el final.
Desde la defensa regresó al choque la escuadra ademarista... y no fue sólo por Álvaro. Porque a subir el porcentaje de paradas ayudó el cambio de sistema defensivo, con Dani Gordo apostando por un 5-1 en cuyo avanzado brilló Darío Sanz, que cortocircuitó por completo a una primera línea andaluza donde hasta entonces tanto Jánosi como Aizen campaban a sus anchas.
Brilló el leonés, que además marcó cuatro de sus cinco lanzamientos en un ataque donde el gran exponente del Ademar fue también uno de los menos habituales. Brilló Wasiak, que cuajó su mejor partido la camiseta ademarista, con una valentía para irse al lanzamiento que muchas veces se le echa en falta y que con confianza se vio disparada, y unas cifras de siete goles con sólo dos fallos en el tiro que nunca antes había alcanzado en España.
El Ademar logró un parcial de 0-4 para ponerse por primera vez por delante a tres minutos del final
Pero volviendo al encuentro, si igualar cinco goles había tenido dificultad, más aún tiene el que después de conseguirlo tu rival se vuelva a poner tres arriba. Lo hizo Puente Genil, que con el mejor momento en el partido de Pablo Simonet lograba un parcial de 3-0 que le ponía 28-25 a falta de 7 minutos.
Lo paraba con un tiempo Dani Gordo, que acababa con los descansos para respirar y devolvía al campo a los jugadores que estaban funcionando, con el equipo funcionando mucho mejor con un central que hiciera jugar al resto como Adrián Fernández, y de nuevo escasas rotaciones pues Marawan no entró y Lindqvist, Zapico o Álex Díaz apenas aparecieron ni mantuvieron el nivel del resto cuando lo hicieron.
Y entonces, el Ademar volvió a reaccionar. Con dos goles de Carlos Álvarez, que incluso estando más fallón de lo habitual en el tiro acabó con diez goles, que es ya casi lo habitual en quien es una ‘superestrella’ de la Asobal, y un tanto de Darío Sanz, el Ademar le devolvía el 0-3 a su rival y entraba con empate (28-28) a los cuatro minutos finales.
Era el momento de los valientes y de esa cualidad va sobrado Álex Lodos, que se echó el equipo a sus espaldas en el momento más delicado y fue protagonista en los tres últimos goles leoneses en el encuentro, empezando por forzar un penalti con el que Carlos Álvarez ponía al Ademar por primera vez en todo el partido por delante en el marcador a falta de tres minutos.
Wasiak lideró el ataque de un Ademar que no se vino abajo tras recibir un 3-0 a falta de 7 minutos justo tras lograr empatar
Tenía la oportunidad la escuadra leonesa de coger dos de renta tras una parada de Álvaro, pero en pasivo y desde el lateral Carlos se topaba con el larguero, y Jánosi devolvía un empate que duraría muy poco, porque Lodos se inventaba una penetración que colocaba el 29-30 con 80 segundos por delante.
Pero faltaba que volviera a aparecer Álvaro. Porque con el Ademar en inferioridad por la exclusión de Alberto, Jánosi forzaba un penalti con el que Serrano intentaba poner un empate... que nunca llegaría por el ‘paradón’ del meta.
Tocaba aguantar 31 segundos, sin pérdidas ni pasivo. Y cuando este amenazaba volvía a aparecer Lodos, que tras amargar con el pase a un lanzador al sacar un golpe franco, se sacaba desde la esquina y sin ángulo un tiro casi imposible que sellaba la, visto como iba el choque inesperada, victoria del Ademar.