Volvieron los problemas en defensa, con el 6-0 superado una y otra vez hasta que el cambio a 5-1 en el tramo final frenó la sangría. Regresaron en la primera parte las pérdidas, esas que el año pasado fueron una condena y en este parecían más controladas. Y apareció un invitado inesperado tras el del descanso, el de los errores en los contraataques, con seis lanzamientos en transición solos ante un gran Nordlander que acabaron en fallo.
Con todo ello, más el hecho de que el Abanca Ademar perdía de cinco (26-21) a falta de 15 minutos, el empate (33-33) que los de Cadenas sacaron en Puente Genil cambió el sabor del tropiezo que supone por el de haber rescatado un punto que parecía perdido.
Una igualada con nombre propio, uno que acostumbra a repetirse, el de un Antonio Martínez que volvió a firmar diez goles en doce lanzamientos, y que fue quien puso las definitivas tablas a falta de 10 segundos, con uno de esos tiros sin excesivo ángulo desde el extremo que hace parecer fáciles el joven leonés, cuya sangre fría es clave en este tipo situaciones.
Marcó el 33-33 Antonio y lo refrendó Saeid, que combinó un gigantesco inicio de partido con un tramo medio en el que no tocó ninguna bola y un final en el que volvió a aparecer y ser decisivo, y que sacaba el tiro de Pomeranz, lejano y forzado pues los andaluces no tenían tiempos muertos para parar el choque tras la igualada ademarista.
Pese a ponerse 3 arriba de salida, tras el 7-8 Ademar no volvió a estar por delante hasta el 31-32 a falta de 3’ Final con tensión para un encuentro que había empezado muy bien para los leoneses, que liderados por las intervenciones de su guardameta y pese a perder cuatro balones en los cuatro primeros minutos, cogía muy pronto con Santista y Antonio muy activos tres goles de renta (3-6).
Sin embargo, a base de ‘cañonazos’ de la primera línea Puente Genil ‘despertó’. Con un parcial de 3-0 igualó el partido y obligó a Cadenas a gastar muy pronto un tiempo muerto, y tras el 7-8 con el que los leoneses se pusieron a los 13 minutos no volvió a verse una ventaja en el marcador de los visitantes hasta que sólo restaban tres para el final.
Con las dos estrellas del Ademar a un nivel inferior al habitual (muy fallón estuvo un David Fernández que ni empezó de titular ni acabó el partido, con el técnico decantándose por Zanas de salida y Deividas en el cierre, aunque tampoco los lituanos estuvieron bien; y apagado un Castro que no pudo unir a la dirección anotación y sólo hizo dos tantos en penaltis), era necesario que secundarios aparecieran, y para mantenerse en partido en esa primera mitad lo hizo Darío Sanz, con varios tantos seguidos de mérito, incluido uno yéndose hacia el lateral y lanzando desde nueve metros.
Dos goles de Luisfe pusieron el 33-32, pero Antonio igualó a falta de 10 segundos y Saeid detuvo el último tiro Pese a ello Ademar, que llegaba a estar tres abajo (16-13), se iba perdiendo 18-16 al descanso, empeorando las cosas aún más en una reanudación donde los leoneses aumentaban aún más si cabe su altísimo ritmo, con varios tantos de contragol con los que intentaban castigar físicamente a una plantilla mucho más veterana como la cordobesa.
El problema es que, encajando casi en cada ataque, cualquier pequeño apagón se paga muy caro. Y que si cuando consigues frenar a tu rival y montar la contra, fallas el lanzamiento solo ante el portero, tu moral se resiente y la del rival se dispara.
Por eso, tras unos minutos de intercambio de goles, empezó a crecer la ventaja. Al primer intento de escapada local, con el 24-20, reaccionó Ademar como no podía ser de otra forma de la mano de Antonio y volvió a ponerse a dos. Pero al segundo, con Nordlander agigantándose y un tiempo muerto ademarista por el medio, la distancia se fue hasta los cinco (28-23).
La situación, con sólo 15 minutos por delante, era crítica. Pero ahí apareció la mejor versión defensiva del Ademar, con Casqueiro yéndose al avanzado y cortocircuitando un ataque andaluz que hasta entonces estaba encontrando muchas facilidades, y los robos permitiendo a los leoneses correr y lograr un parcial de 1-5 con el que se colocaban a solo un gol (29-28) de diferencia.
¡Seis! contraataques, con cinco jugadores distintos solos ante el portero, falló en la segunda parte Ademar Pero las remontadas no lo son hasta que se completan. Y al Ademar se le atragantó el empate, con tres fallos en situaciones claras para conseguirlo. Como antes Casqueiro, Sanz y Santista, Zanas fallaba una contra solo ante el meta en la primera. Y en la segunda y tercera, tras volver a irse dos veces de dos Puente Genil, Antonio cometía su único fallo en un tiro en juego y Milosavljevic erraba un lanzamiento claro. Pero por fin a la cuarta, con seis minutos por delante, el serbio devolvía con un tiro lejano las tablas (31-31) al marcador.
Era el momento de templar los nervios. Y aunque Zanas fallaba ante Nordlander otra contra, ¡la quinta de la segunda parte!, para adelantarse, Milosvljevic volvía a asumir la responsabilidad para que un mundo después el Ademar se pusiera por delante en el 57’.
Pero Luisfe empató, falló primero Milo y luego, en el sexto balón en transición y solos ante el portero desperdiciado pisó Zapico (Antonio tuvo que salirse tres ataques al ser atendido), y de nuevo Luisfe, a falta de 50 segundos, colocaba por delante al Puente Genil.
Ahí apareció Antonio. Y Saeid. Y los tirones valieron para no irse de vacío.
Puente Genil 33 - Ademar 33: 'Reacción a tiempo de rescatar un punto'
El Ademar se sobrepone a sus errores en las contras y, con un gran Antonio y el avanzado solucionando sus problemas defensivos, empata pese a perder de 5 a falta de 15 minutos
13/11/2022
Actualizado a
13/11/2022
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