El ‘Cultural te quiero, te vengo a ver ascender’ volvió a ser durante la noche de ayer la banda sonora que sonaba en la cabeza de muchos culturalistas cuando cerraron los ojos y pensaron en lo que habían vivido en el Ruta de la Plata.
Porque durante muchos minutos, se hizo de rogar. Quien recordara el partido del Toralín del año pasado, último con un gran desplazamiento visitante en la grada, vería que nada tenía que ver, que esta vez no cantaban sin parar todos los leoneses presentes, con un momento mágico eso sí en el que todos entonaron el ‘Himno a León’, pero claro, había que tener en cuenta todos los condicionantes del encuentro.
Aquel día, en un visto y no visto ya ganabas 0-2, iba todo de cara. En Zamora, seamos serios y sinceros, te estabas comiendo un partido soporífero, acompañado de un calor tremendo, con el sol dando con fuerza los 90 minutos a la grada visitante y provocando incluso un pequeño susto al descanso, con un golpe de calor a un joven seguidor que afortunadamente quedó en nada.
Pero cuando acabas con una explosión de alegría como la que provocó el gol de Chacón, todo lo demás queda olvidado. Las llamadas a la salida, iban por el ‘buah, chaval, qué gol ha metido, cómo lo hemos celebrado’, los whatssap, seguro que con algo similar, con miles de vídeos grabándose y circulando mientras toda la grada bailaba y cantaba.
El ‘shalala, oh Cultural’ atronaba. Los jugadores se acercaban y se cantaba con ellos. Las caras eran felices. El reportaje entre la grada me lo hacían solos los seguidores. Respiraba un gran culturalista como Miguel Santos, que me cuenta que por fin dejarán de llamarle gafe, pues es la primera vez que veía ganar fuera a la Cultural en 20 años y tras ocho intentos. Contaba Javi Ávalos que así daba gusto usar ‘papipuntos’, que eran los que había tenido que gastar en casa para ir a animar a Zamora. Volvían contentos a Madrid Gonzalo y Javi Castro, como exponentes de todos esos culturalistas a los que la vida ha llevado lejos de León pero sienten como pocos a su equipo y acaban cada año con miles de kilómetros hechos para animarle.
Mil y una historias de un día con final feliz y una hermandad reforzada. Porque Zamora y León siempre se han llevado muy bien, son ciudades hermanas, pero el lazo que han estrechado sus aficiones es tras este choque mucho más fuerte que nunca.
Si hubo 1.400 seguidores en las gradas, fue porque el club local se portó de lujo, sin que a su afición le pareciera mal. Y eso se notó sobre el campo. Hubo gritos conjuntos contra Pucela, también gritos de ‘Zamora, Zamora’ desde la afición leonesa y de ‘Cultural, Cultural’ desde la local. Y de hecho era tan bueno el rollo que se transmitía, que ni hubo que esperar la clásica media hora para salir de la zona de grada visitante para evitar incidentes, porque era obvio que nada pasaba por juntar a ambas hinchadas.
De hecho, desde primera hora se había visto por la ciudad. Hay algo que ha cambiado en los últimos años en la afición de la Cultural y es que casi todo el mundo va con la camiseta de su equipo, dando color con ella y con las bufandas culturalistas y las banderas de León a todo Zamora.
El ‘Cultural te quiero, te vengo a ver ascender’ volvió a ser la banda sonora permanente en la grada
Es más, hay una cosa curiosa cuando se viaja lejos de casa con tu equipo. Que hay una tradición no escrita similar a cuando caminas por el pueblo, que es que si te cruzas a alguien que también vaya vestido de culturalista... le saludas.
Así, los cánticos y saludos eran nota común por el centro de Zamora, en especial por esa Feria del Queso que ayudó a vivir esta gran fiesta, pues fue la excusa utilizada por ambos clubes para pasar el partido del viernes al domingo. Y que quien pensara que era una exageración hacerlo por ello... uf, quizá debería pasarse el año que viene, porque eran casi dos kilómetros de puestos que volvían loco a cualquier amante del queso.
Empezó el día con comida y acabó con explosión de júbilo. Con una jornada para el recuerdo. Si hubiera otro viaje similar mañana, seguro que el millar largo de leoneses que viajó a Zamora volvería a romper las previsiones de casi todo el mundo y a desplazarse en masa. Y muchos de los fieles que por decisión propia o por obligación se quedaron en León, pensarán que al siguiente no fallan. Que por días así se es de la Cultural.