Qué importante es aprender de los errores. Si hace 15 días la Cultural no se adaptó en Barakaldo a lo que pedía el partido con un césped encharcado y embarrado, este domingo en un escenario parecido ante el Real Unión el planteamiento cambió por completo y con ello también el resultado.
Dicen que tu mejor maestro es la última equivocación que tuviste y los leoneses aprendieron la lección a la perfección, cuajando una actuación muy sólida en el Stadium Gal, donde hasta ahora sólo un equipo se había llevado la victoria pero los de Raúl Llona fueron los segundos tras imponerse por 0-1.
Un gol de Manu Justo en su reaparición regaló una feliz Navidad a una Cultural que, tras dos derrotas seguidas, regresó a la senda de las victorias desde la recuperación de la solidez defensiva y el zarpazo de un delantero letal al que había echado mucho de menos, cerrando 2024 no sólo como líder, algo que estaba asegurado, sino que con cinco puntos de ventaja sobre el segundo.
Tras encajar 11 goles en los cuatro últimos partidos ligueros, la Cultural consiguió dejar su portería a cero por primera vez desde el mes de octubre y lo hizo sin que Bañuz tuviera que detener ni un solo disparo de un Real Unión que apenas pisó el área de un dominador conjunto leonés.
Bañuz no hizo ni una parada. Tras un remate en el minuto 3 de Obieta que se fue arriba, el Real Unión no inquietó más
A los seis minutos, tras un centro de Munroe desde la izquierda, Víctor Ruiz (una de las grandes sorpresas del once, al entrar por un Álvaro que había sido titular en todos los partidos hasta ahora) perdía la marca de Obieta y el delantero remataba en área pequeña con un escorzo pero se le iba arriba.
Ahí se acabó el peligro local. Ni en la primera parte, en la que la Cultural fue a más con el paso de los minutos hasta meter a los locales en su área; ni tampoco en la segunda, pese a tener el marcador en contra desde sus primeros compases, llegó a achuchar aunque fuera por empuje más que por ideas a un equipo leonés que, más allá de que el resultado corto siempre puede dejar dudas, en ningún momento sufrió.
Sin embargo, había que meterla, que no era fácil porque se podía crear poco. Sólo una muy clara habían tenido en la primera parte, tras un tiro lejano de Guzmán que daba en un defensa, siendo ‘cazado’ en área pequeña el balón por Manu Justo, cuyo tiro se le iba por encima del larguero.
En un pelotazo de Fornos midió mal Mosquera, Justo se plantó ante el meta, se la picó y el balón entró junto al palo
El resto del tiempo, pese a tener el control y a estar muy activo Samanes por la banda izquierda (en sus primeros minutos en liga más de un año después de su grave lesión fue uno de los mejores de la Cultural), no conseguían traducirlo en oportunidades, teniendo que intervenir Wright solo en un tiro de Satrústegui tras una acción a balón parado que le fue a las manos.
De hecho, no volvería a hacer ni una parada el portero local, que recogió del fondo de la red el siguiente disparo. En un partido así, en el que el balón apenas corría, no es de extrañar que el único gol llegara tras un pelotazo. Lo dio desde la defensa Fornos, midió mal Mosquera que se ‘comió’ el balón y a su espalda lo cogió Manu Justo, plantándose ante el portero y superándole con una perfecta vaselina que entraba pegada al palo, con sufrimiento hasta el final por el miedo a que se quedara clavada en el barro.
Justo mandó arriba la ocasión de la primera parte. En la única llegada tras el 0-1, Pibe tiró ligeramente fuera desde la frontal
No fue así y hasta el final la Cultural supo jugar con el resultado, ayudada eso sí por la indolencia de un rival que pese a tener un gran equipo por nombres demostró con su juego el porqué de su situación en puestos de descenso.
Se defendieron con balón los de Llona, que no creaban oportunidades (lo más peligroso fue un tiro desde la frontal de Pibe, que intentaba colocarla pegada al palo con el interior pero se le iba ligeramente fuera), pero apenas jugaban cerca de su área, dando una tranquilidad que sólo rompía el saber que el resultado permitía que una acción aislada pudiese cambiarlo todo.
Samanes destacó en sus primeros minutos en liga en más de un año. El Real Unión se quedó con 10 en el 85’
No llegaría. Acabaría de hecho con diez el Real Unión por una inexistente agresión. Se la había jugado mucho antes un jugador local por un claro pisotón sin balón a Pibe que no vio el colegiado, pero acabó forzándola Rodri, que mientras forcejeaba con Asier Benito con el balón estando en la banda, se tiraba al suelo tras soltar este el brazo y darle en la cara, exagerando el contacto y propiciando la tarjeta roja.
Fue la puntilla que sentenciaba a un equipo sin ideas desde mucho antes y también el triunfo de una Cultural que cierra una primera vuelta extraordinaria, con unos números soberbios como visitante, y que podrá disfrutar de las vacaciones con la tranquilidad de haber puesto fin a su racha negativa.