Y así, con aire de espectáculo americano, saliendo los luchadores de un túnel rodeados de humo, con la pantalla gigante enfocando sus primeros planos, sus gestos, sus agarres, arrancó el primer corro de la temporada 23, con novedades, positivas en lo deportivo, y también algún aspecto preocupante, como el hecho de que en dos categorías (medios femenina y semipesados masculino) la participación fuera exigua, tan solo tres luchadores, por lo que ni se llenaron los cuatro ‘cajones’ de los premiados.
Vayamos con la noticia, los ganadores: Bea Riaño, La Pelirroja de Oro de Cistierna; Alicia Rodríguez, de Villavente de la Sobarriba y Édili García, La Gemela Edi de Puente Almuhey, en las tres categorías femeninas que en Quintana estrenaban la paridad en la cuantía de los premios con la categoría masculina.
En la modalidad masculina las victorias fueron para Víctor Llamazares, El Hombre Tranquilo de Valderrueda; Adrián Rodríguez, Adri de Villavente; Tomás González, Tomasuco de La Vecilla y Pedro Alvarado, El Kamikace de Cistierna.
En la enumeración de los vencedores ya están las primeras noticias. Una, el regreso triunfal de Víctor Llamazares, que regresó con victoria después de muchos meses en el dique seco tras un accidente de moto. Se midió en la final y ganó con solvencia al actual campeón de ligeros, David Riaño, que no le plantó excesiva cara y perdió la posibilidad de hacer el doblete de los Riaño en esta noche de Quintana; pues su hermana Bea había dado la sorpresa unos antes al vencer en ligeros femenina. Cierto que nunca se puede considerar una sorpresa que la futura médico gane un corro, ya ha ganado muchos y títulos, pero no debemos olvidar que su rival en la final era la leonesa Priscila, que el año pasado lució el título de invicta pues no perdió ni un solo corro en toda la temporada.
Víctor Llamazares no solo regresó por la senda de la victoria, sino que sumó un nuevo récord a los muchos que atesora al convertirse en el luchador que más veces ha ganado en Quintana de Rueda, donde ya se proclamó vencedor en 10 ocasiones, por delante de históricos como Clemente, que venció en nueve ocasiones, o Caberín, Moisés La Roca y Héctor El Divino, que en siete ocasiones ganaron en el pueblo de Luis Padierna, quien no faltó al corro aunque sus problemas de vista le impiden ver más allá de sombras, a las que pone luz su incontestable afición.
Menos sorpresas hubo en el resto de las categorías, con algunas ausencias significativas, como las de Cecilia, la actual campeona de pesados. La victoria en esta categoría máxima fue para Edi, que ha decidido “dejar de pasar hambre y luchar en pesados, puede que tenga rivales más fuertes pero hay que tratar de ganar a todo el mundo si quieres ser campeona”. De momento su fulminante manejo de la gocha le dio un triunfo incontestable ante la coyantina Marta Sofía en la final.
La victoria en medios fue para la familia ‘agraciada’ en la noche de Quintana. Alicia Rodríguez ganó en medios femenina, Adri lo hizo en medios masculino con gran solvencia, y Fer, el tercero de los Rodríguez, también estuvo entre los mejores de ligeros. Por cierto, Adri se vio en la final ante su pupilo Jorge Iglesias, el luchador berciano que también ha dado el salto desde ligeros y ya anuncia tardes importantes, tiene raza y lucha, y ganas.
Uno de los combates más esperados de la tarde era la final de semipesados, entre Tomasuco y Rodri, una final que veremos en muchas ocasiones y más este año ante la ausencia de Rubo. Tomasuco, que ya se había mostrado poderoso ante el chaval de Los Espejos, Alberto del Cojo, no le dio ninguna opción a un Rodri que tuvo el contratiempo de resbalar en la primera caída pero que tampoco se mostró en ‘modo Perla’y así no es posible derrotar a un Tomás que sí se mostró en modo Uco.
La última categoría, pesados, contaba con la ausencia de El Potro de Lillo, Unai, que siempre anima el cotarro y se vieron en la final Víctor J ‘El Canario’, potencia y peso (126), y Pedro Alvarado, El Kamikace, el actual campeón, también fuerza, menos peso pero valentía y riesgo para regalar. Se impuso el de Cistierna, Pedro, al que la grada recomendaba tranquilidad pero a él no le daba la gana tenerla y se fue a por el combate y lo logró recibiendo tan solo media caída, marcada por los árbitros de la jornada, Santi el de Villamoros, y El Morín de Riaño, que no tuvieron mayores problemas en una tarde muy tranquila en lo deportivo.
