Las especiales características del corro del pasado domingo en Riaño hacen que vayamos un poco perdidos en el orden del repaso de lo que ocurrió, categoría por categoría. Ya contamos la victoria de Uco, la de Jesús Quiñones, la de Pablo... pero hubo más.
Bea y David... en Riaño
El juego de palabras estaba ayer más fácil que nunca... si ganaba alguno de los hermanos Riaño. Y ganaron los dos. Y lo hicieron por la puerta grande, mostrando que son líderes por algo. (Ayer no luchó por lesión Isa Justel y Bea le arrebató el liderato). Especialmente contundente se mostró Bea, que fue a por todos los combates casi nada más pìtar y se llevó el corro en menos de un minuto de lucha entre los tres combates, ante Natalia, Sandra y Priscila, en la final. David también ganó con solvencia de marcador, pero Florián le planteó una final dura, a cara de perro, con especial tensión en medio minuto que 'se fueron a tablas' y la grada reaccionó con una ovación por la tensión que le estaban poniendo y finalmente resolvió David trancando.
Miri y Adri, tal para cual
En medios, de las dos categorías, tal para cual, o parecidos Adri y Miri Marcos. O parecidos porque en la final masculina Chelín volvió a poner la incertidumbre de la mano de una cadrilada como las que da él, de alta escuela, de esas que saca a cualquiera, que se la había sacado a Tomasuco el día que pasó, que se la sacó ayer a Adri y la grada la recibió con tanto cariño como interés por un final tal vez inesperado, pero que no llegó pues Adri remontó, con las mismas armas. Y ocurrió lo mismo en femenina. Luzma buscaba la revancha de Sandoval, la persiguió, lanzó un ataque frontal y arrancó una entera. Pero Miri respondió con lo de siempre, temple, lucha, calidad y esperar su momento, que llegó con dos enteras de la luchadora que siempre ha sido. Y sigue siendo.
Volvió la Edi de las mañas
Y algo parecido ocurría en pesados. La cántabra Lucía López-Dóriga había ganado en Sandoval con solvencia a una Edi que llegó muerta, pálida, que a veces paga las consecuencias de un trabajo en la hostelería que impone horarios complicados para un deportista. Y eso ante ‘la profesionalidad’ y las armas de una judoka puede pasar factura. Tal vez se la pasó. Ayer era otra. Y se metieron las dos nuevamente en la final, para verla, pues Lucía y Edo, Edi y Lucía, cuando se agarran pasa algo. Lucía buscó repetir lo de Sandoval, fue a por Edi; la de Puente Almuhey acudió a lo que le había ido bien en los enfrentamientos anteriores, lucha y mañas de la leonesa... y le volvió a salir bien. Habrá nuevas batallas pero Berto apuntaba algo:"Tenemos que aprender cosas del judo".