Sandra apagó la "llamada de la sangre" de Bea

Primero con una caída de lista y después esperando su desesperación se llevó el corro sin darle ninguna opción en la final

28/07/2024
 Actualizado a 28/07/2024
Imagen Sandra Bea Final Ligeros
Imagen Sandra Bea Final Ligeros

Hablamos en la crónica de la categoría masculina de la llamada de la sangre, de los luchadores que quieren honrar a la tierra en la que tienen raíces. También en categoría femenina ocurre. Alli, Beatriz Riaño, La Pelirroja de Oro, abandona su procedencia natural en Cistierna para apuntarse en Gradefes. Cierto que tanto ella como David son "los chavales de Chucho, el que luchó de Cistierna (por cierto, con sangre de Valdeón)". Defiende los colores de Gradefes, la tierra de su madre, que si bien no luchó tiene muchos kilómetros a sus espaldas siguiendo a los Riaño, sin una protesta, sin un reproche.

Pero a Bea le cortó Sandra en la final la llamada de la sangre. Se le atravesó abajo, le ganó la postura, no la dejó ser Bea y primero con una caída de lista y después esperando su desesperación se llevó el corro sin darle ninguna opción en la final y prolongando el debate entre las luchadoras/judoka y las luchadoras de lucha, aunque este sábado tampoco estaba la Escuadra de las Nómadas madrileñas.

En medios el debate es de lucha, de dos formas de lucha si se quiere, que han propiciado un duelo de esos con los que tanto disfrutan los aficionados. Duelo entre Priscila y Luzma Carcedo que, si no se cruzan antes, son las habituales finalistas. Se agarran con ganas. Luzma arranca desde atrás, desde lejos para que no la  controle. Priscila espera. Busca el momento del buen repertorio de mañas que va acumulando y cuando La Pantera pega el  latigazo todo puede pasar. Ayer pasó que Priscila esperó, aprovechó la inercia  del ataque de Luzma a su favor y supo dejarla pasar en falso, que dirían los taurinos. Sumó otra victoria. Se están quedando solas en lo más alto, pero la batalla va para largo.

El debate judo/lucha también se da en pesados, aunque la judoka —Lucía López Dóriga— asimila cada día  más conceptos que le inculca uno de los primeros judokas luchador, Fernando  Viñuela, y planta más batalla, pero Edi hace la lucha cada día más fácil y más lucha, y la apeó camino de una final en la que la esperaba una luchadora que se le debía dar mal, Lucía López, pero se le da muy bien.  Lo había hecho muy bien la de Prioro con la ‘recuperada’ Vanesa en la semifinal, pero no repitió la fórmula en la final y levantó a Edi como vencedora.

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