Cuando un equipo llamado a pelear por metas mayores se ve implicado en una pelea tan dramática como es la de evitar el descenso, suele ser habitual que le cueste afrontar partidos en los que la presión manda. No era el de este domingo un encuentro a vida o muerte para la Cultural y Deportiva Leonesa, pero sí es cierto que tras verle las orejas al lobo durante toda la semana y después de haber hecho un muy mal partido contra el Racing de Ferrol, el partido tomaba tintes de muy importante.Y con esa presión de saberse con opciones de complicarse su situación, el equipo leonés dio en San Sebastián de los Reyes un golpe sobre la mesa firmando un buen partido que le permitió sumar su tercer triunfo a domicilio de la temporada y alejar unos fantasmas que vuelven a estar a 8 puntos de margen.
Porque no fue el de la Cultural un partido donde el equipo brillase excesivamente, pero sí cumplió el conjunto de Curro Torres con lo que se le pide y que en esta categoría suele ser sinónimo de puntos: seriedad en defensas y algún destello eficaz en ataque. Cumplió con ambas premisas una Cultural diferente en cuanto a propuesta, con un once que reunió a varios jugadores de corte defensivo en lo que a priori parecía el regreso a la defensa de 5, pero que terminó resultando todo un acierto en gran parte por el nivel de varios jugadores.
Una gran acción de Angong y la sensacional definición de Solís permitieron a la Cultural abrir el marcadorEl más sorprendente y destacado, sin duda un Franck Angong al que Torres dio en este encuentro un rol más ofensivo, permitiéndole llegar al área rival en una faceta desconocida hasta ahora, pero en la que cumplió con creces. Con un sensacional Jaime Sierra como escudero y un doble seguro con Escobar por detrás, del camerunés nació el primer gol de la Cultural. Lo hacía sin que se hubiera cumplido la media hora de partido y después de un inicio de encuentro en el que, aun sin demasiado peligro, el Sanse había hecho más por abrir el marcador. Sin embargo, le bastó un abrir y cerrar de ojos a Angong para irse de dos rivales y abrir el balón a Solís, que con un maravilloso remate con el interior pusiera el balón en la escuadra lejos del alcance de Bañuz. Una genialidad que bien valía el 0-1, sabiendo la Cultural que por cómo había sido el guión del partido y la dificultad de mantener la portería a cero no era ni mucho menos el final del encuentro para ninguno de los dos equipos.
Lo cierto es que se lo creyó la Cultural con el tanto, quizás también porque llevó a dudar al Sanse. Obolskii, tan generoso en el esfuerzo como desacertado en el remate, tuvo un par de ocasiones para hacer de forma casi inmediata el 0-2. Sin embargo, ni acertó en la primera con un pase que hubiera dejado solo Aarón, haciéndose un lío y repeliendo la zaga su disparo, ni en el disparo lejano de volea que detuvo Bañuz.
No marcó la Cultural y eso le llevó a, inevitablemente, tener que sufrir. Lo hizo en el tramo final de la primera parte en lo que por momentos parecía un asedio del Sanse sobre la portería de un Dani Sotres que, por otra parte no tuvo que realizar ninguna intervención de mérito en todo el encuentro. Porque estuvo bien la zaga leonesa y porque el Sanse no tuvo tampoco su mejor día. La más clara, un pase de la muerte de Borja Sánchez que Jime remataba desde el punto de penalti evitando Amelibia que el balón llegase a la portería.
Se iba por tanto el equipo leonés por delante en el marcador al descanso, sabiendo que necesitaba llevarse un poco más el partido a su terreno si no quería sufrir demasiado. El Sanse buscó con dos cambios una revolución de cara a una segunda parte en la que también entró en la Cultural Mangana por Álvaro Juan, cargado con amarilla y objeto continuo de búsqueda por parte del ataque local.
Ni lo primero ni lo segundo tuvo incidencia en el juego por suerte para una Cultural que apenas dejó correr el tiempo 10 minutos para dejar el partido ya visto para sentencia. Porque no solo comete el equipo leonés errores groseros en defensa, sino que de vez en cuando también lo hacen los rivales y le toca a él aprovecharlos. El protagonista fue Juanra, que cedía mal de cabeza a su portero ante la presión de Obolskii para que el balón le llegase a Aarón, que le hacía un sombrero al guardameta y no sin suspense acababa haciendo el 0-2.
Aarón se reencontró con el gol para hacer el 0-2 que dejaba el partido encarrilado para la CulturalVolvía a ver puerta el leonés celebrándolo con rabia y su tanto parecía dejar la victoria encarrilada para un equipo que, pese a ello, no bajó el ritmo. Hizo méritos para aumentar la cuenta la Cultural, que encontró una y otra vez huecos en el entramado defensivo de un Sanse volcado en ataque más con el corazón que con la cabeza. Le faltó al conjunto leonés esa pizca de precisión en el último pase que permitiese un remate claro.
Le duraba poco el balón a los locales, buscaban rápido el contraataque los visitantes y eso derivaba en un correcalles que no le interesaba demasiado a la Cultural si no era capaz de redondear la cuenta. Tuvo las suyas el Sanse, liderado por un buen Jime que no terminó de estar acertado en la última decisión, pero lo cierto es que tampoco pasó demasiados apuros la Cultural ante esa falta de acierto.
El movimiento en los banquillos tampoco alteró demasiado lo que se veía en el césped y un parón por varias sustituciones y un golpe en la cabeza a Amelibia, que se tuvo que retirar, cortó aún más el ritmo de cara a los 10 minutos finales.
Solo faltaría que la Cultural cerrase el marcador, algo para lo que esperaría a la última acción del encuentro. Obolskii en un último servicio robaba el balón y asistía al recién ingresado Gaztañaga para que, con un recorte se quitase de encima al defensor y con una pizca de suerte batiese al portero para hacer el ya definitivo 0-3.
Un gol que redondeaba una mañana ideal para la Cultural, que con los resultados de los equipos de la zona baja de la clasificación apunta a alejar el fantasma del descenso de forma casi ya definitiva, algo para lo que buscará sumar un segundo triunfo consecutivo fuera de casa que le lleve además a terminar la temporada con buenas sensaciones y en el mejor puesto clasificatorio posible.