Saúl Ordóñez ‘vuela’ en París

Pocos atletas han tenido una progresión tan tremenda en el último año como el berciano Saúl Ordóñez. Empeñado en batir récords, en conseguir éxitos y en superar las expectativas, cuando parece que ha alcanzado un nuevo techo aparece de nuevo para volver a derribarlo.

Siempre en los 800 metros, el de Salentinos demostró en 2015, con su plata en el Europeo sub’23, que era un nombre a tener en cuenta. Pero ha sido en los últimos 12 meses cuando ha terminado de explotar.

Hace menos de un año daba la ‘campanada’ y se proclamaba campeón de España al aire libre en una carrera en la que nadie contaba con él. En marzo, lograba en Londres el bronce en el Mundial en pista cubierta, siendo el segundo leonés de toda la historia que lo conseguía. Y el viernes por la noche, en París, volvía a acabar entre los tres primeros con una marca de escándalo en la prueba de París de la ‘Diamond League’, cuyas 14 reuniones son las competiciones más importantes del año y reúnen a los mejores atletas del planeta.

Sólo los keniatas Laban Rotich y Jonathan Kitilit consiguieron entrar por delante de Saúl Ordóñez, que en su debut en una prueba de esta Liga de Diamante (renunció a tomar parte en los Juegos Mediterráneos, donde habría sido gran candidato al oro, para tomar parte en ella) entró en tercera posición con un descomunal 1:44:36.

Sólo los keniatas Rotich y Kitilit lograron superar a Saúl Ordóñez , que bajó en 8 décimas su mejor marca Un tiempo que supone batir su mejor marca por ocho décimas, firmar la mejor del ranking europeo del año y sellar la tercera española más rápida de todos los tiempos, no habiendo corrido ningún atleta nacional por debajo de ella en los últimos cinco años.

Un premio a la valentía del berciano, que pese al rapidísimo paso del 400 (50:11) corrió en todo momento en cabeza, se puso tercero en la contrameta y aguantó en la recta final el empuje del campeón del mundo Pierre-Ambroisse Bosse, que le llegó a pasar pero se vio superado ante el último empuje de Saúl Ordóñez.

Una demostración de poderío que invita al optimismo de cara al Europeo de Berlín, que se celebrará del 7 al 12 de agosto, y en el que esta vez el leonés no irá de tapado sino, por méritos propios, como uno de los grandes favoritos.