Decíamos ayer, tal vez pecando de profetas, que la victoria de Florián Yugueros en Posada de Valdeón (en ligeros) dejando además fuera del cajón de los premios a Sergio que la Liga comenzaba a tener un cierto olor a Flori, el de «Vamos Flori». Pero ahí estaba Sergio para recordar que «donde las dan» y La Saeta de Grandoso tardó 24 horas en devolver el golpe de ganar un corro y que su rival no puntuara. Y es que detrás de esa cara de niño con sonrisa eterna y granos de adolescente hay un tipo grande, a la lucha, la carrera de madreñas o todo lo que huela a tradición y cosas de sus pueblos; como Flori también es un excelente jugador de bolos.
Se vieron en las fases previas. Una victoria de Flori era casi definitiva pero Sergio se agarró al tapín, planteó un cara a cara sin complejos y se llevó el combate, que es tanto como decir que se agarraba a la Liga. Y se agarró. Aunque para redondear le quedaban dos huesos: Carlos Mondelo en semifinales, le derrotó el de Grandoso pero Carlos, que salió a por todas, ha sido una bendición para ligeros con su lucha, de allá voy y va, unas veces para bien y otras para caer. Como ayer. Y en la final estaba Adrián Bandera, otro chaval con lucha que solo ha acudido a seis corros, y se nota. También con él era un «donde las dan...» para Sergio pues había sido el de Lillo quien le apeó en Posada de Valdeón. No se repitió ayer, no le dio ninguna opción... y se pone a 11 puntos de Florián, todo es posible en la recta final.
Esta primera derrota rompía un sueño de la ‘escuadra de la Fabricona’: ganar en las cuatro categorías. En medios tenían varias bazas, una muy sólida, dura como una Roca, pero también David Riaño, pero ‘el pistolero silencioso’ cayó a las primeras de cambio ante un Fer muy poderoso. Ya cuando se agarraron la madre de los Riaño no apostaba por él: «Si no cae mareado... Se presentó en casa a las diez de la mañana». Bea, que mira atenta sonríe, y ciertamente David cae en segundos.
Sergio vence, deja a Florián fuera de los puntos, como le ocurrió a él en Posada de Valdeón, y queda a tan solo once puntos del liderato
Mientras avanza medios Víctor va dejando muestras de solidez ante un Gasi que cambió ir a Valdeón por ir a ver a Melendi, después sufrió con Carlos el de Velilla y en la final ya se vio con La Roca. Incluso se adelantó con una entera de luchador sabio, pero el de Cistierna, de la fabricona, empezó a echar humo y el remolino de furia que desató resultó, una vez más, imparable.
En semipesados, ya no hace falta recordar que sin Tomasuco, que tanto echan de menos los aficionados, concurrieron solo cinco luchadores (también se echa de menos a Alberto del Cojo) y todas las miradas estaban puestas en Rodri, La Perla, en casa; y Adri, el de Villavente, otro con apariencia de todopoderoso. El bombo (ahora el programa informático) quiso que se vieran en la final y Rodri sembró en las gradas la esperanza de que vieran a La Perla , de que el sueño no desvelado de ganar en las cuatro categorías ‘hijos de la fabricona’ podía tener sentido, pues en pocos segundos arrancó una caída entera de esas que pocos saben dar como él los días que esta inspirado. Adri se rascó la cabeza, se puso de rodillas y se levantó despacio, como pensando qué ha pasado, y fue a agarrarse tratando de hacer tabla rasa con lo ocurrido.
La Roca, en medios, y Adri el de Villavente, en ‘semis’, se mostraron otra vez tremenda poderosos y ponen tierra por medio
Y la hizo. Luchó en Adri. Se mostró poderoso controlando los intentos de Rodri y la cadrilada con la que remató el combate es una especie de instancia a ganar esta Liga que parecía escrita para Tomasuco y abrió el abanico en una desgraciada tarde en Liegos.
- Ya puedes ir a tocar con la banda; le bromean a Rodri que no tiene prisa: «Hay que esperar a Lucía (López) que también toca». Y se sumarán los hermanos Riaño, todos ellos de la ‘escuadra de los músicos’;tanto que se retrasó media hora el concierto para que pudieran estar todos. Y estuvieron.
En pesados, Pedro no toca en la banda pero sí en la pradera. Después de caer en Posada, nuevamente ante Caberín, el sistema informático —«mejorable», dice Caberín, que es ingeniero del ramo— vuelve a enfrentarles en cuartos. Esta vez Pedro no se arriesga a esperar el 0-0 y una cadrilada de alta escuela —aplaudida por Caberín—le abre el camino hacia una final donde le espera un Likete que se metió allí a base de medianas con luchadores que le sacan muchos kilos. «Vengo poco, pero estoy disfrutando mucho, no hay presión».
Nada pudo hacer con un Pedro enrachado que le derrotó en pocos segundos. La fabricona cerro con humo. 2 de 4.
Amaya y Priscila, dos caras de la misma felicidad
«Paga el viaje», se dice muchas veces en la lucha cuando ves un combate o una caída que hace que merezca la pena haber ido al corro. Pero también puede haber otras imágenes que «pagan el viaje»; por ejemplo, la cara de felicidad de la casi niña Amaya Burón, de 17 años, después de haber ganado su primer corro en senior y nada menos que en Cistierna.
«Ya había estado en cuatro finales, pero no lo esperaba hoy...» dice la casi niña, de esas de sangre mixta de Argovejo y Riaño, luchadora que cada día regala algo nuevo a los aficionados y que ayer ganó casi de manera agónica la final ante la campeona de los dos últimos corros, Rebeca la de La Matica... y Matallana. Y Canseco. Agónica pues Amaya se adelantó y decidió aguantar. Y aguantó. Y sonrió tan feliz como las amigas que la esperaban.
- Aguantaste los embates de Rebe.
- Como pude. Ya no podía más, no respiro bien por la nariz y me estaba quedando sin aire.
- ¿No respiras hoy?
- Me pasa mucho, creo que tengo que ir al médico y ver qué hago.
La joven Amaya, de solo 17 años, ganó su primer corro senior; y Priscila completó en pesados la gesta de ganar en los tres pesos
La que sí sabe lo que tiene que hacer es Priscila. Se le había metido entre ceja y veja ganar en los tres pesos y, como hiciera en Valdeón, lo iba a intentar otra vez en Cistierna. Antes del corro conversaba con su amiga Edi, compañera de entrenamientos y que fue quien la derrotó en Posada. «Lo que tienes que hacer es darle una buena costalada para que no vuelva», le recomiendan a Edi y Priscila salta: «Ya me la dio ayer, ¿no la viste?».
- Y vuelve; bromea Edi.
Y volvió y culminó la gesta que buscaba. Fue una final de las que merece la pena ver. Edi salió a por todas, la sacó al aire y Pris lo salvó con media. Edi insiste y nuevamente media. Y a partir de ahí Edi busca la contra, el momento, la colocación, y dos enteras de luchadora le conceden la gesta que se le negó un día antes.
Y las dos, vencedora y vencida, fueron a comentarlo con su entrenador, Nacho.
La ‘doctora Riaño’ venció en casa y certificó en la hierba la Liga que ya ganó en Valdeón sin luchar
Queda ligeros, donde la doctora Riaño, Bea, sí ratificó en la hierba ratificó el doctorado (la Liga) que ya había ganado en Posada de Valdeón sin bajarse del autobús pues no tuvo rivales y al ‘correr’ el corro ya era campeona matemática.
Ayer sumó otra victoria, su rival fue Ainoha Fierro, que lo intentó pero la de Cerulleda tiene una lucha para la que la de Bea se lo hace todo muy complicado. La Fabricona empezaba bien la tarde.
