No brilló el Abanca Ademar. Ni mucho menos. Cuajó un partido gris, lleno de errores y con la sensación en algunos momentos de ir por debajo de su rival en cuestión de intensidad. Pero, aún así, sacó los dos puntos. Y, al fin y al cabo, eso es lo importante.
Porque, en algunos momentos, la opción de la hecatombe planeó sobre el Palacio. No se despegó nunca el colista Gijón, que con un equipo muy limitado pero al que Alberto Suárez saca petróleo y que lo da todo sobre la pista, estuvo siempre por detrás pero haciendo la goma y estando a tiro. Una situación peligrosa que capeó bien el conjunto leonés, que con Vega, Piñeiro y Rogelio a gran nivel en la segunda mitad, evitó la hecatombe y acabó imponiéndose por 29-26.
Es clave sacar adelante también estos partidos en que no juegas bien y el Ademar lo hizo, manteniéndose firme ante los equipos de la parte baja frente a los que sólo ha cedido un empate, aunque eso sí, dejando dudas de cara al futuro, pues con el rendimiento de ayer muchos puntos pueden quedarse en el limbo en las próximas semanas.
Los leoneses, que fallaron 3 penaltis, fueron despedidos con pitos al descanso pese a que iban ganando 15-14 ¿El claro termómetro? Es la grada. No es un público duro con su equipo el del Ademar, pero ayer no salió contento. Le despidió con una pitada al descanso a pesar de ir ganando 15-14 y con indiferencia a la conclusión pese a que los dos puntos quedaban en casa.
Pide algo más la hinchada a su equipo, más teniendo a un rival evidentemente inferior enfrente. Y eso que ayer la tan criticada portería funcionó en la segunda mitad, con Rogelio Llamazares, que se había salido en la ida, amargando a los asturianos; pero a los tres penaltis fallados, los problemas en ocasiones en el balance defensivo y los rechaces atrás que siempre parecían ir a manos de un asturiano, se unían los problemas en una defensa que naufragó.
Rogelio estuvo muy bien en la segunda parte, pero la defensa naufragó y Paredes la machacó desde 9 metros El equipo que menos goles marca de la Asobal, con poco más de 23 de media antes de este partido, llevaba 14 al descanso; y en la segunda parte, hubo momentos en que el altísimo lateral Paredes parecía Accambray gracias a la facilidad con que lanzaba desde nueve metros sin que nadie saliera a tocarle.
Tuvo que ser Vega, cuando se colocó defendiendo en el segundo y por su lado, el que frenara el carrusel de goles del asturiano al salir a por él a contactar muy lejos. Una decisión lógica pero que nadie hacía. Un acierto más del central berciano, excelente en la segunda mitad.
No había salido ni un minuto en la primera, en la que ningún equipo llegó a ganar nunca de más de dos goles y el Gijón fue en el minuto 24 ganando 10-11 en la que a la postre sería su última ventaja. Joao Silva era el mejor de los leoneses, monopolizando un ataque al que en el tramo final se sumaban con aciertos Vejin y Carrillo para irse arriba por la mínima a vestuarios.
Parecía haber cambiado el chip en ellos el conjunto ademarista, que comenzaba muy bien la segunda mitad y amenazaba con ‘romper’ el choque. Así, una contra de Carrillo y un tanto de Mikel ponían el 17-14 y hacían que a los dos minutos el técnico visitante ya pidiera un tiempo muerto; y los de Dani Gordo sobrevivían a 1 minuto y 48 segundos jugando con doble inferioridad empatándola 1-1 gracias a un gol de Vega y a las paradas de Rogelio.
El Ademar llegó a ponerse 4 arriba al inicio de la segunda parte, pero Gijón reaccionó y a 15 minutos estaba a uno (21-20) Marcaba sólo un tanto en los primeros ocho minutos el equipo asturiano, lo que hacía que con otro gol de Vega el conjunto leonés se fuera a una máxima de cuatro (19-15).
Pero e l Gijón no se rendía. Con un parcial de 0-3 volvía a colocarse a uno siendo ahora Gordo el que tenía que parar el partido; y cargando tras su tiempo el juego sobre un Piñeiro hasta entonces inédito en detrimento de un Almeida que un día más no aportó nada.
Así, con Carrillo marcando el mejor tanto del partido con una rosca tras desdoblarse a seis metros se ponían 23-20; y con dos golazos de un Rodrigo Pérez valiente y que aprovecha al máximo sus minutos, el conjunto leonés se ponía 25-21 a sólo ocho para el final.
Tenía otra oportunidad de sentenciar definitivamente, pero de nuevo la volvía a desaprovechar. De hecho, tuvo dos. Porque, con ese resultado, Carrillo tenía una contra que fallaba y provocaba el rápido ataque de los asturianos, que forzaban los dos minutos de un Kristensen horrible en ataque (falló sus tres lanzamientos) y en defensa.
Aún así, salvaban la situación, pues pese a que Montoya metía, tras un ataque larguísimo Vega anotaba el 26-22 de golpe franco. Tenía ahí Carrillo un tiro solo desde el extremo, pero lo fallaba dando vida de nuevo a un Gijón que lo aprovechaba para con un tiro lejano de Paredes y una contra ponerse a solo dos (26-24) a falta de tres minutos.
Marcaba entonces un gol vital con una penetración Joao Silva, ponía el 27-25 Rial, pero a falta de un minuto el tanto de Piñeiro era definitivo. Al final, 29-26 y los puntos a la buchaca. El Ademar no convenció, pero sí venció.
Sin brillo, pero con los puntos
El Ademar salva los muebles y derrota al colista Gijón en un mal partido / Vega y Piñeiro evitan la hecatombe en la segunda parte
22/02/2015
Actualizado a
01/09/2019
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