Somozas 1 - 1 Ponferradina: 'Volvieron las sensaciones, faltó puntería'

El conjunto berciano mejoró su imagen y mereció más, pero se complicó la vida con el tempranero gol de Iñigo / Juanto puso las tablas en la primera mitad

Alejandro Cardenal
04/09/2016
 Actualizado a 11/09/2019
Juanto trata de robar un balón a un jugador del Somozas. | DANIEL ALEXANDRE (DIARIO DE FERROL)
Juanto trata de robar un balón a un jugador del Somozas. | DANIEL ALEXANDRE (DIARIO DE FERROL)
Más vale tarde que nunca. Dos jornadas, una tragedia en el derbi y una eliminación copera ante un Tercera le ha costado a la Deportiva deshacerse del polvoriento esmoquin de Segunda y embutirse en el uniforme de guerra que exige el fútbol de bronce. En Somozas, el conjunto berciano dio el primer paso para convertirse en el ‘coco’ que está llamado a ser y que de momento no había hecho acto de presencia.

Volvieron –o se estrenaron– las buenas sensaciones después de dos semanas de disgustos. Faltó el gol. En el Manuel Candocia solo hubo un equipo sobre el césped, una Ponferradina que tras el despiste defensivo, ya tristemente habitual, dominó el partido dando paso a un carrusel de ocasiones que solo la falta de puntería –otro ‘handicap’ igual de habitual– y la inspiración de Mandaluniz evitaron que terminara en goleada.

Hubo que conformarse con un empate (1-1) que no saca a la Deportiva del fondo de la clasificación, tras sumar solamente un punto de nueve posibles, pero da razones para creer que la confianza y la fe inquebrantable de Manolo Herrero en el potencial de la plantilla es algo más que un discurso de cara a la galería.


Mal arranque 


Tras las dos ‘ratoneras’ en las que la Deportiva había mostrado la peor de sus versiones, el conjunto berciano llegaba al Manuel Candocia, ya sin la hierba artificial como excusa, con la necesidad de enderezar el rumbo.

Decía Manolo Herrero que el campo iba por fin iba a ser un aliado y no un enemigo. Lo demostró jugándose el choque –y quién sabe si su futuro– al once más ofensivo posible, con Cidoncha en el doble pivote junto a Andy; y Juanto, Rayco, Menudo y Figueroa formando un cuarteto pensado para acabar de una vez por todas con el ‘gafe’ de cara a puerta.

La apuesta tardó en fructificar. La maldición berciana va más allá de la alarmante falta de puntería. Si los de Manolo Herrero llegaban en una situación delicada tras el varapalo del derbi y la eliminación copera, en el minuto cuatro ya tocaba pensar en gafes y en meigas, que haberlas haylas.

Dejando lo esotérico al margen, la jugada que adelantaba al Somozas en el marcador dejaba claro que además de la evidente mala racha que atraviesa el conjunto berciano, al que todo le sale al revés, también queda mucho trabajo por hacer en el apartado defensivo. Y es que mucho recordó el tanto de Iñigo al primero de los goles de Gallar en el derbi o incluso al de Nando, todavía en pretemporada, ante el Oviedo; jugada de estrategia mal ejecutada, contragolpe, mal repliegue y gol.

Empate y monólogo


Otra vez tocaba remar a contracorriente, pero lejos de hundirse, la Deportiva –por fin– reaccionó y lo hizo a base de fútbol. El equipo empezó a mostrar la calidad que se le presupone y se quedó el balón, como los ‘matones’ en el recreo. Le faltó su mala ‘baba’. Todavía con el marcador en contra, fueron varias las ocasiones que se fueron al limbo hasta que Juanto, ya cerca del descanso, hacía justicia a la superioridad berciana devolviendo la igualdad al choque.

Con las tablas en el electrónico, los de Manolo Herrero vivieron en el campo contrario. El paso por vestuarios no alteraba el guión, y proseguía el examen constante a un Mandaluniz que se las sabía todas.

Con el paso de los minutos, Manolo Herrero empezó a pagar lo ambicioso de su propuesta. Con Rayco, Juanto y Figueroa juntos desde el inicio, el jienense se quedaba con Caiado y Pastrana como únicos revulsivos. El madrileño lo intentó, pero el portugués, en teoría uno de los pesos pesados, ni está, ni se le espera.

Aún así, los bercianos lo intentaron hasta el final. En el tiempo de descuento, Cidoncha, muy participativo, era el último en buscar el tanto de la victoria con un remate de cabeza que se volvía a encontrar con Mandaluniz.

La Deportiva no encontró el tesoro en su visita al Somozas, pero sí el mapa. Tendrá que dar el siguiente paso, en forma de tres puntos, en El Toralín ante el Coruxo.
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